15/5/10

EXPRESIÓN ESCRITA



Cuando haces una redacción, escribes en tu diario o envías un correo electrónico, estás empleando la expresión escrita. Esta tiene como soporte los signos visuales o gráficos (letras y otros signos), que son la representación de los sonidos. A través de la expresión escrita, transmitimos unos conocimientos o unos hechos, actuales, del pasado e, incluso, referidos al futuro; además, pueden pertenecer a un mundo real o figurado.


USO DE LA EXPRESIÓN ESCRITA:

Básicamente, utilizamos la expresión escrita para facilitar la comunicación entre personas que se hallen en diferentes lugares y, a veces, en diferente tiempo. Con ella:

Plasmamos conocimientos, pensamientos o sentimientos con intención de que perduren en el tiempo (textos científicos y humanísticos; diarios, etc.).
Creamos obras artísticas con un lenguaje estético: textos literarios (poesía, novela, teatro).
Damos noticia de lo que ocurre en otros lugares (textos periodísticos).
Ordenamos o determinamos las normas de convivencia nacionales o internacionales: textos jurídicos y administrativos.
Nos relacionamos a través de cartas con familiares y amigos (intercambios epistolares), o establecemos relaciones comerciales mediante cartas o correos electrónicos.
Ofrecemos o solicitamos algo: productos, trabajo, ayuda, etc.


CARACTERÍSTICAS DE LA EXPRESIÓN ESCRITA:

El texto se escribe con la intención de que permanezca en el tiempo e incluso pueda ser leído por generaciones posteriores.
Como el emisor (el que escribe) y receptor (el que lee) no se comunican en el mismo momento ni en el mismo espacio, el escritor considera el texto, en su totalidad, como una unidad superior a la oración, con una intencionalidad comunicativa: la de enseñar, informar, divertir, legislar, etc., y realiza todo su trabajo pensando en este fin.
Quien escribe lo hace en soledad, por lo que la expresión escrita es reflexiva: el autor tiene la posibilidad de elaborar un esquema o borrador previo a la redacción que le ayude a organizar y estructurar sus ideas; puede, tras redactar el texto, releerlo, corregirlo y modificarlo tantas veces como quiera, hasta darle su forma definitiva.
La coherencia y la cohesión son propiedades básicas del texto escrito.

Un texto es coherente si:
Todo lo que se dice en él tiene relación con el tema principal.
Cada una de sus partes está al servicio de la totalidad teniendo en cuenta el tipo de texto que es (periodístico, jurídico, literario) y su situación comunicativa.
Gramatical y semánticamente, es aceptable.

Un texto está cohesionado si sus partes están unidas y relacionadas entre sí mediante deixis o señalamientos espaciales, personales o temporales; alusiones; conectores, repeticiones, etc.

Al estar la expresión escrita muy pulida, muy trabajada, es difícil encontrar en ella variedades regionales o sociales que no hayan sido escritas a propósito y con una determinada finalidad, ya que lo habitual es utilizar una lengua neutra, común a todos los hablantes que se expresan en ese idioma.

Para facilitar la comprensión del contenido y su correcta entonación, el autor puede emplear distintos recursos:

Gráficos: distintos tipos, tamaños e incluso colores de letras; signos de puntuación, como comas, puntos y comas, puntos, paréntesis, comillas, guiones, etc.; fotografías, dibujos, croquis, símbolos, fórmulas técnicas o científicas, etc., que complementen el texto.

Tonales: admiraciones o interrogaciones.

Fónicos: onomatopeyas y aliteraciones (repeticiones de fonemas).

Morfosintácticos:
Reduciendo la información a lo básico y relevante, evitando redundancias o repeticiones de información innecesarias.

Creando una sintaxis compleja: por su extensión, por el tipo de oraciones que se emplean y por las relaciones que establecen entre sí.

Léxico-semánticos:
Eligiendo un vocabulario variado y preciso, muy seleccionado.
Evitando repeticiones innecesarias con la utilización frecuente de sinónimos.
Introduciendo, en los textos literarios, distintas figuras retóricas, como hipérboles, antítesis, anáforas, personificaciones, perífrasis, hipérbatos, elipsis, ironías, símiles o comparación, metáforas, metonimias, etc., para embellecer y diferenciar la expresión escrita de la que se utiliza en un uso normal.

Finalmente, merece destacar una ventaja del lenguaje escrito, la de que el receptor puede elegir el tiempo y el orden de lectura del mensaje, puesto que éste ya se le presenta completo y cerrado en su totalidad.


FORMAS DE LA EXPRESIÓN ESCRITA:

La expresión escrita puede adoptar numerosas formas; entre ellas, hay que destacar las siguientes:
La descripción
La narración
El diálogo Necesitamos relacionarnos con los demás. Por eso, el hombre ha desarrollado formas de comunicación que facilitan el intercambio de ideas, conocimientos o sentimientos. Entre ellas destaca el lenguaje.


¿QUÉ ES LA COMUNICACIÓN?:

La comunicación es el acto de transmitir información a través de signos interpretados por otro u otros.
Al nacer, realizamos nuestro primer acto de comunicación: lloramos para reclamar la atención de nuestros padres. Después, aprendemos signos, como los gestos y las palabras, que nos permiten relacionarnos con nuestros familiares o amigos. Así, poco a poco, nos vamos integrando en la sociedad.
Los animales también se comunican entre sí o con otros a través de sonidos (ladridos, rebuznos, maullidos, etc.) u otros medios, pero de forma más elemental y menos variada que en la comunicación humana.
La comunicación es primordial en cualquier comunidad porque todos tenemos necesidad de compartir lo que sabemos, pensamos y sentimos.
Algunos elementos naturales, acciones o hechos transmiten también un mensaje: el humo indica que hay fuego; si vemos llorar a un amigo, sabemos que está triste; un coche volcado en una carretera nos revela que ha habido un accidente. Pero en estos casos no existe ninguna intención comunicativa; nadie quiere transmitir nada, somos nosotros quienes establecemos la relación entre lo que vemos y lo que interpretamos.


¿QUÉ ES EL SIGNO?:

Signo es todo aquello que sirve para transmitir una información.

El hombre ha creado sistemas de comunicación muy variados. A ciertos elementos que podemos percibir a través de alguno de nuestros sentidos, les ha asignado unos significados, estableciendo entre ellos una asociación que todos los integrantes de la sociedad aprenden. A estos elementos, que tienen una clara intención comunicativa, los ha llamado ‘signos’.

Los signos se relacionan entre sí creando lo que se llama un código o sistema.
Existen varios tipos de signos:

1. No lingüísticos:

Iconos: imágenes que guardan una relación natural con lo que representan, como fotografías, dibujos, mapas, etc.
Señales: elementos a los que se ha asignado un significado arbitrario, es decir, significan lo que hemos decidido que significan, pero igualmente podrían significar otra cosa. Las hay visuales (la luz roja de un semáforo), acústicas (las campanas de una iglesia), táctiles (dar la mano), olfativas (los olores de los perfumes) y gustativas (los sabores de las comidas).
Símbolos: representaciones convencionales para referirse a algo abstracto; por ejemplo, una mujer con los ojos vendados sosteniendo una balanza personifica el concepto de Justicia; una paloma con una rama de olivo en el pico simboliza la paz.

2. Lingüísticos:

El más importante es el signo lingüístico, formado por un significante (sonidos, escrituras, etc.) y un significado (concepto asociado, sentido), unidos entre sí de forma convencional como la cara y la cruz de una moneda. Se utiliza en los diferentes tipos de lenguajes inventados por el hombre, como el lenguaje oral, que combina los sonidos para formar palabras y combina las palabras para crear oraciones. Tiene su correspondencia en el lenguaje escrito, donde los sonidos son sustituidos por letras.


Otros lenguajes son: el empleado por los sordomudos valiéndose de las manos; el código Morse, a partir de puntos y rayas, utilizado en la comunicación telegráfica; y el sistema Braille, manejado por los ciegos, cuyos signos se dibujan en relieve para que puedan percibirse a través del tacto.


LOS ELEMENTOS DE LA COMUNICACIÓN:


En todo acto de comunicación existen los siguientes elementos:
Emisor: el que comunica un mensaje.
Receptor: el que recibe e interpreta el mensaje del emisor.
Mensaje: la comunicación transmitida del emisor al receptor.
Código: sistema utilizado por el emisor para construir el mensaje y por el receptor para entenderlo (la lengua española, el código de circulación, etc.).
Canal: medio por el que se transmite el mensaje (aire, teléfono, televisión, etc.).

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