Aunque este blog se denomina CIENCIAS Y LETRAS, son más las letras que las ciencias; porque hablamos de literatura, análisis literarios y comentarios sobre obras literarias y, aunque poquito,también se habla de ciencias. El cambio de rumbo lo han marcado los estudiantes, sus necesidades y mi deseo de ayudarles a introducirse a este maravilloso mundo de la literatura.
29/4/10
POEMAS PARA EL DIA DE LA MADRE
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En torno de una mesa de cantina
una noche de invierno,
regocijadamente departían
seis alegres bohemios.
Los ecos de sus risas escapaban
y de aquel barrio quieto,
iban a interrumpir el imponente
y profundo silencio.
El humo de olorosos cigarrillos
en espirales se elevaba al cielo,
simbolizando, al revolverse en nada,
la vida de los sueños.
Pero en todos los labios había risas,
inspiración en todos los cerebros,
y, repartidas en la mesa, copas
pletóricas de ron, whisky o ajenjo.
Era curioso ver aquel conjunto,
aquel grupo bohemio,
del que brotaba la palabra chusca,
la que vierte veneno,
lo mismo que, melosa y delicada,
la música de un verso.
A cada nueva libación, las penas
hallábanse más lejos
del grupo, y nueva inspiración llegaba
a todos los cerebros,
con el idilio roto que venía
en alas del recuerdo.
Olvidaba decir que aquella noche,
aquel grupo bohemio,
celebraba entre risas, libaciones,
chascarrillos y versos,
la agonía de un año que amarguras
dejo en todos los pechos,
y la llegada, consecuencia lógica,
del feliz año nuevo...
una voz varonil dijo de pronto:
-Las doce, compañeros.
Digamos el requiescat por el año
que ha pasado a formar entre los muertos.
¿Brindemos por el año que comienza!
porque nos traiga ensueños;
porque no sea su equipaje
un cúmulo de amargos desconsuelos...
-Brindo, dijo otra voz, por la esperanza
que a la vida nos lanza,
de vencer los rigores del destino,
por la esperanza, nuestra dulce amiga,
que las penas mitiga
y convierte en vergel nuestro camino.
Brindo porque ya hubiese a mi existencia
puesto fin con violencia
esgrimiendo en mi frente mi venganza;
si en mi cielo de tul limpio y divino
no alumbrara mi sino
una pálida estrella: mi esperanza.
-¡Bravo! Dijeron todos, inspirado
esta noche has estado
y hablaste bueno, breve y substancioso.
El turno es de Raúl; alce su copa y brinde por: Europa,
ya que su extranjerismo es delicioso...
-Bebo y brindo, clamó el interpelado;
brindo por mi pasado,
que fue de luz, de amor y de alegría,
en donde hubo mujeres seductoras
y frentes soñadoras
que se juntaron con la frente mía.
Brindo por el ayer que en la amargura
que hoy cubre de amargura
mi corazón, esparce sus consuelos
trayendo hasta mi mente las dulzuras
de goces, de ternuras,
de dichas, de deliquios, de desvelos.
-Yo brindo, dijo Juan, porque en mi mente
brote un torrente
de inspiración divina y seductora,
porque vibre en las cuerdas de mi lira
el verso que suspira,
que sonríe, que canta y que enamora.
Brindo porque mis versos cual saetas
lleguen hasta las grietas,
formadas de metal y de granito,
del corazón de la mujer ingrata
que a desdenes me mata...
¡pero que tiene un cuerpo muy bonito!
Porque a su corazón llegue mi canto,
porque enjuguen mi llanto
sus manos que me causan embelesos;
porque con creces mi pasión me pague...
¡vamos! porque me embriague
con el divino néctar de sus besos.
Siguió la tempestad de frases vanas,
de aquellas tan humanas
que hallan en todas partes acomodo,
y en cada frase de entusiasmo ardiente,
hubo ovación creciente,
y libaciones, y reír, y todo.
Se brindo por la Patria, por las flores,
por los castos amores
que hacen un valladar de una ventana,
y por esas pasiones voluptuosas
que el fango del placer llenan de rosas
y hacen de la mujer la cortesana.
Solo faltaba un brindis, el de Arturo.
El del bohemio puro de noble corazón y gran cabeza;
aquel que sin ambages declaraba
que solo ambicionaba
robarle inspiración a la tristeza.
Por todos estrechado, alzó la copa
frente a la alegre tropa
desbordante de risa y de contento;
los inundo con la luz de una mirada,
sacudió su melena alborotada
y dijo así, con inspirado acento:
-Brindo por la mujer, mas no por esa
en la que halláis consuelo en la tristeza,
rescoldo del placer... ¡desventurados!;
no por esa que os brinda sus hechizos
cuando besáis sus rizos
artificiosamente perfumados.
Yo no brindo por ella, compañeros
siento por esta vez, no complaceros.
Brindo por la mujer, pero por una,
por la que me brindo sus embelesos
y me envolvió en sus besos:
por la mujer que me arrullo en la cuna.
Por la mujer que me enseño de niño
lo que vale el cariño
exquisito, profundo y verdadero;
por la mujer que me arrullo en sus brazos
y que me dio en pedazos,
uno por uno, el corazón entero.
¡Por mi madre! bohemios, por la anciana
que piensa en el mañana
como en algo muy dulce y muy deseado,
porque sueña tal vez que mi destino
me señala el camino
por el que volveré pronto a su lado.
Por la anciana adorada y bendecida,
por la que con su sangre me dio vida,
y ternura y cariño;
por la que fue la luz del alma mía,
y lloro de alegría,
sintiendo mi cabeza en su corpiño.
Por esa brindo yo, dejad que llore,
y en lágrimas desflore
esta pena letal que me asesina;
dejad que brinde por mi madre ausente,
por la que llora y siente
que mi ausencia es un juego que calcina.
Por la anciana infeliz que sufre y llora
y que del cielo implora
que vuelva yo muy pronto a estar con ella;
por mi Madre bohemios, que es dulzura
vestida en mi amargura
y en esta noche de mi vida, estrella...
El bohemio calló; ningún acento
profanó el sentimiento
nacido del dolor y la ternura,
y pareció que sobre aquel ambiente
flotaba inmensamente
un poema de amor y de amargura.
LA CHACHA MICAILA
Antonio Guzmán Aguilera
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Mi cantón, magrecita del alma,
ya pa´que lo quero,
si se jué la paloma del nido
si me falta el calor de su cuerpo,
si ya sus canarios
de tiricia se han ido muriendo,
si los capulines
ya no sueltan sus frutos del tiempo,
y las campanillas, las adormideras
se han caído, tan recio
que cualquiera que va a visitarme
pisa sobre pétalos.
Y yo que la vide, dialtiro decáida
y con los ojos negros
zambutidos en una ojeras
moradas, y aluego
los tales quejidos
los tales mareos
que dizque eran váidos
al decir del médico.
Yo nomás de acordarme, padezco.
¡Algame la Virgen!,
mucho escalofrío
y me hogo del pecho,
y se mi hacen manos y pieses,
como los badajos de los timbres eléctricos.
¡Que poco a poquito se me jue muriendo!
y lloraba la probe en silencio.
-No llores Micaila,
por toitos los santos del cielo,
tosía y tosía
y al decirlo lloraba yo mesmo.
-Si te pondrás güena,
con los revoltijos que te ha dao el médico,
no sias desconfiada con las medecinas,
que a mi me sacaron del maldito infierno.
¡Ándale mi Chacha,
quero ver en tu rostro trigüeño
como dos tizones
achispaos tus lindos ojuelos.
¡Ah, se me olvidaba decirte que trujo
un rebozo de bola
mi compadre Chencho,
pa´cuando te alivies
y en el cuaco trotón, en el prieto,
he pensado pa´entonces que vayamos
los dos riales un sábado a verlo!
¿Queres? Y el domingo le entraremos
al mole muy rico,
y a la barbacoa,
y a los asaderos,
al paso golvemos
y en cuanto que Dios oscurezca,
por el llano, abajo,
asegún se sigue la falda del cerro ...
¡Micaela no llores!
y le daba un beso
Ella se sonreía,
un instante, pero
me miraba con una tristeza
como si la sombra del presentimiento
la preñara los ojos de llanto,
que después derramaba en silencio.
El día de su muerte,
su rostro cenizo, me dió mucho miedo.
-¿Pos que tienes Chacha?
-No sé lo que tengo,
pero sé que me voy y es pa´siempre.
-Correré si queres por el siñor médico.
¿Quieres trigüeñita?
-Ya pa´qué, mejor tate sosiego.
Antes de que me ahoguen los remordimientos
quero hablarte por último, Chacho.
Asiéntate y oye, yo quise decírtelo
dende hace mucho tiempo
y a la mera, no, pos yo me ciscaba.
¡Como una es mujer! Chacho, ¡qué caray!
y el miedo dizque no anda en burro
pero ora qué li hace, mi negro,
si ya se muere tu Chacha
que li hace que sepas mi horrible secreto.
Hace unos seis años, siguro, ¿recuerdas
que nos envitaron a los herraderos
los siñores amos?
-¡Vaya si me acuerdo!
¿No jue aquel domingo
que salí cornao por un toro prieto,
cerca de las trancas, en el Rancho Verde
de ñor Juan?
-El mesmo,
ya vide que tiás acordado;
pos ay tienes nomás que al saberlo,
de la casa grande
por la puerta mesma me salí corriendo
y en las trancas jallé a don Antonio,
aquel hijo mayor de don Pedro,
que era entonces alcalde del pueblo.
Preguntéle al punto
por ti, por tu herida, por tu paradero,
y me dijo que en una camilla
te jalaron pa´casa del médico,
y que si quería me llevaba en ancas.
En el punto mesmo
aceité, ¡qué caray!, no era cosa
de dejarte morir como un perro.
No nos vido salir de las trancas
naiden, y llegando de un bote al potrero
y a galope tendido trepamos
a la cuesta del cerro,
y al bajar la barranca del Cristo,
tan jonda y tan negra,
don Antonio empezó con sus cosas,
con sus chicoleos:
que si yo era una rosa de mayo,
que si eran mis ojos nocturnos luceros.
Yo a todo callaba, él se puso necio
y me dijo que tu eras muy probe:
total un ranchero;
que él, en cambio, era dueño de hacienda
con muchas talegas de pesos;
que ti abandonara
y nos juéramos pa´México,
o pa´las Uropas o pa´los Querétaros.
Yo me puse muy jira y le dije
que aunque probe me daba mi prieto
pa´presumir mucho
y andar diariamente con el zagalejo
muy lentejuchao,
y cada semana con rebozo nuevo.
-Pos si no por amor, por la juerza,
me dijo rayando su penco;
y sin más me apretó la centura
y mi boca mancho con un beso.
Nunca lo hubiera hecho, sentí que la sangre
cegaba mis ojos, y el furor, mi seno;
saqué del arzón el machete,
y por las espaldas, lo jundi en su cuello.
Cayó pa´adelante con un grito horrendo,
y rodó rebotando hasta el jondo
del desfiladero ...
Naiden supo nada;
cuando la jallaron todito disecho,
guiados por el puro jedor del barranco,
los jueces dijeron,
quesque jue un suicidio,
por no sé qué amores y demás enredos.
Yo me estuve callada la boca
pero ahora pos dime: ¿Ya pa´qué, mi prieto?
Se quedó como estática, acaso
rezaba al morir, por el muerto.
La abracé en silencio
la besé en silencio
y a poco a poquito,
se me jue muriendo ...
Mi jacal tá maldito ...
si lo queres, madre, pos ai te lo dejo,
si te cuadra, quémalo,
no lo queres, véndelo;
yo me guelvo a la filas, mi mama.
a peliar por la patria me guelvo;
si me quebra una bala, ¡qué hace!
al cabo en el mundo,
pa´los que sufrimos la muerte en el alma
vivir o morir es lo mesmo.
Mi cantón, magrecita del alma.
sin ella ¿ya pa´qué lo quero ...?
EL SEMINARISTA DE LOS OJOS NEGROS
Miguel Ramos Carrión
Desde la ventana de un casucho viejo
abierta en verano, cerrada en invierno
por vidrios verdosos y plomos espesos,
una salmantina de rubio cabello
y ojos que parecen pedazos de cielo,
mientas la costura mezcla con el rezo,
ve todas las tardes pasar en silencio
los seminaristas que van de paseo.
Baja la cabeza, sin erguir el cuerpo,
marchan en dos filas pausados y austeros,
sin más nota alegre sobre el traje negro
que la beca roja que ciñe su cuello,
y que por la espalda casi roza el suelo.
Un seminarista, entre todos ellos,
marcha siempre erguido, con aire resuelto.
La negra sotana dibuja su cuerpo
gallardo y airoso, flexible y esbelto.
Él, solo a hurtadillas y con el recelo
de que sus miradas observen los clérigos,
desde que en la calle vislumbra a lo lejos
a la salmantina de rubio cabello
la mira muy fijo, con mirar intenso.
Y siempre que pasa le deja el recuerdo
de aquella mirada de sus ojos negros.
Monótono y tardo va pasando el tiempo
y muere el estío y el otoño luego,
y vienen las tardes plomizas de invierno.
Desde la ventana del casucho viejo
siempre sola y triste; rezando y cosiendo
una salmantina de rubio cabello
ve todas las tardes pasar en silencio
los seminaristas que van de paseo.
Pero no ve a todos: ve solo a uno de ellos,
su seminarista de los ojos negros;
cada vez que pasa gallardo y esbelto,
observa la niña que pide aquel cuerpo
marciales arreos.
Cuando en ella fija sus ojos abiertos
con vivas y audaces miradas de fuego,
parece decirla: —¡Te quiero!, ¡te quiero!,
¡Yo no he de ser cura, yo no puedo serlo!
¡Si yo no soy tuyo, me muero, me muero!
A la niña entonces se le oprime el pecho,
la labor suspende y olvida los rezos,
y ya vive sólo en su pensamiento
el seminarista de los ojos negros.
En una lluviosa mañana de inverno
la niña que alegre saltaba del lecho,
oyó tristes cánticos y fúnebres rezos;
por la angosta calle pasaba un entierro.
Un seminarista sin duda era el muerto;
pues, cuatro, llevaban en hombros el féretro,
con la beca roja por cima cubierto,
y sobre la beca, el bonete negro.
Con sus voces roncas cantaban los clérigos
los seminaristas iban en silencio
siempre en dos filas hacia el cementerio
como por las tardes al ir de paseo.
La niña angustiada miraba el cortejo
los conoce a todos a fuerza de verlos...
tan sólo, tan sólo faltaba entre ellos...
el seminarista de los ojos negros.
Corriendo los años, pasó mucho tiempo...
y allá en la ventana del casucho viejo,
una pobre anciana de blancos cabellos,
con la tez rugosa y encorvado el cuerpo,
mientras la costura mezcla con el rezo,
ve todas las tardes pasar en silencio
los seminaristas que van de paseo.
La labor suspende, los mira, y al verlos
sus ojos azules ya tristes y muertos
vierten silenciosas lágrimas de hielo.
Sola, vieja y triste, aún guarda el recuerdo
del seminarista de los ojos negros...
EL GUAJA
Vicente Neira
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Ven acá granuja
¿Dónde andas so guaja?
hoy te mondo los huesos a palos.
No llores ni huyas por que no te escapas
yo no sé lo que hacer ya contigo
me tienes mú jarta.
¡A tí ya no te valen palabras,
a tí ya no te valen razones
ni riñas ni encierros ni golpes ni nada!
Te dije al marcharme:
levántate pronto y estira esos huesos
y dobla las mantas y enciende la lumbre
y arrima el puchero y enjuaga las ollas
y barre la casa
Y vengo y me encuentro, ¡grandísimo pillo!
la lumbre sin brasas,
la puchera sin caldo ni prigue,
la vivienda peor que una cuadra,
la burra sin pienso
las pilas sin agua
¿Segaste la hierba?
¿Trajiste la paja?
¿Regaste los tiestos?
¿Cerniste la harina?
¿Clavaste la estaca?
¿Comió la cordera?
¿Bebió la lechona?
¿Cogiste los huevos?
¿Mudaste la cabra?
hum!
¿Y a tí qué te importa?
¿para que quieres cansarte?
si aquí está la burra que todo te lo jaga
Te piensas granuja
que al estar tu madre jechita una negra
quemándose el alma
mientras tu me malgastas el tiempo
que dá más que lástima
Jecho un ropa suelta...
hecho un rajamantas...
por esas callejas detrás de los perros
por esos regatos tirando a las ranas
o cogiendo nidos en las zarzamoras
¡Qué así estás de lindo grandísimo guaja!
¿Y ese siete tan guapo en la blusa?
¿Y esos pantalones tan llenos de manchas?
¡hum!
¡que gorra más limpia!
¡que medias tan majas!
¡que pelos tan lindos!
que cuello, que puños, que codos, ¡que mangas!
Yo no sé lo que hacer ya contigo
me tienes muy harta
De sobra conoces que somos solitos...
que ya no tenemos quien nos lo ganaba...
que la vida de toditos los pobres es vida de lágrimas...
¡pero ni por esas!
a tí que te dejen roncando en la cama
y te pongan la mesa tres veces
y rueden los días y viva la holganza
¡Súbete esos calzones so pillo!
¡átate esos zapatos so randa!
límpiate esos mocos, lávate esa cara
y vete ahora mismo donde no te vea
que me tienes, me tienes muy harta
Te aseguro chiquitín
te aseguro que esto te se acaba
Endende mañana ¡a la cola del burro!
Conmigo a la plaza, conmigo al molino,
conmigo a la jaza
a sudar fatigas, a mojarte el alma,
ya verás las penitas que cuesta...
ya verás con que ahogo se gana este pan
que tan comodamente, ¡a lo bobo!
¡a lo bobo te zampas!
y ahora ¡A la cama!, ¡A la cama!
La aurora se acerca espléndida, diáfana,
lentamente despliegan las nubes su manto de escarcha,
la madre afanosa se tira del lecho
y sus toscos aperos prepara
que ya espera más ruda que nunca la brega diaria.
Cariñosa y tierna se acerca
hasta el lecho donde el niño
cándido, tranquilo descansa,
un instante contempla amorosa
su faz sonrosada
y después...
Con cariño ferviente
dando un beso en sus labios exclama:
¿Yo turbar este sueño tan dulce?
¡no fuera quien soy ni tubiera entrañas!...
¡juega, brinca y destroza hijo mío!...
¡tu madre lo gana!
QUE ME PERDONE LA CIENCIA
CLAUDIO MARTINEZ
Estoy sólito en mi rancho
me queda'o solo en la casa,
Ladran los perros afuera
Como si vieran fantasmas
Y alumbran mi pensamiento
Candiles de luces malas.
Álijones de pájaros negros
Le ponen luto a mi alma.
Y es tan grande el sentimiento
Que llevo dentro de mi alma
Que no lo dicen las cosas
Ni lo explican las palabras.
Ocho años tenía, ocho años
El pobre hijito de mi alma
Que despertó una mañana
Con los ojos encendidos
Y el cuerpecito echando llamas.
Me muero nana, decía
Me muero tata, gritaba
Siento una sed de martirio
Siento un fuego que me abraza.
Bese el cachorro en la frente
Y lo deje sobre la cama
Y volé, volé en mi caballo
Siete leguas de distancia
Siete puñales de punta
Metidos en mi garganta
Y el grito de mi hijo adentro
Agua nana, agua tata.
Le expliqué al doctor el caso
Y se acomodó en su butaca
Me miro de arriba abajo
Y me dijo:
¡Señor lo siento mucho!
Pero la senda que va a ese rancho
Es muy mala y me va a estropear el auto.
El médico no venía, el médico no venía
No porque fuera mala la senda que va a mi rancho
Si no porque no tenía con que pagarle a la ciencia.
Siete leguas de distancia
Ahí comprendí yo, entonces
Que la ciencia, no es tan ciencia
Cuando no tiene conciencia.
¡por esos caminos
por donde pasa la gente
cruza a galope la muerte
va y viene la desgracia!
Me ordenó que le comprara
Al pasar por la botica
Un frasco de limonada
Y trajera a mi enfermo
Cuando la fiebre pasara.
La fiebre duro poquito
La fiebre duró poquito
Y se me fue una mañana
Entre el canto de zarzales
Y el suave aclarar del alba.
Yo abrazaba a mi hijo
Así se me fue mi hijo
Así se me fue mi hijo
Con la frente helada
Y yo sin voz ni dinero
Parado junto a mi casa.
Así, la tierra lo aguarda
Con las manos sobre el pecho
Acuñando mi desgracia.
Estoy sólito en mi rancho
Sólito en mi casa
Afuera ladran los perros
Como si vieran fantasmas
Y alumbran mi pensamiento
Candiles de luces malas
Y al filo de media noche
Mi cuchillo cabo de plata
La única plata del pobre
Que no le sirve pa´ nada
Y medito mi venganza
Y por eso grito al mundo
Que me perdone la ciencia,
No me culpen si mañana
Me gritan que soy bandido.
O un mal hombre sin entrañas,
Nací buey y me hacen puma
Soy cordero y me ponen garras.
¡Dios! ¡Dios! Todo poderoso
has que despunte el alba
y arranca de mi pecho
este grito que me mata:
agua nana, agua tata.
EL DUELO DEL MAYORAL
¿Que cómo fue, señora...?
Como son las cosas cuando son del alma.
Ella era linda y él era muy hombre,
y yo la quería y ella me adoraba;
pero él, hecho sombra, se me interponía
y todas las noches junto a la ventana
fragantes manojos de rosas había
y rojos claveles y dalias de nácar.
Y cuando las sombras cubrían las cosas
y en el ancho cielo la luna brillaba,
de entre las palmeras brotaba su canto
y como una flecha a su casa llegaba.
¡Cómo la quería! Cómo le cantaba sus ansias de amores
y cómo vibraba con él su guitarra.
Y yo tras las palmas con rabia le oía
y entre canto y canto colgaba una lágrima.
Lágrima de hombre, no crea otra cosa,
que los hombres lloran como las mujeres
porque tienen débil, como ellas, el alma.
No puedo evitarlo, la envidia es muy negra
y la pena de amor es muy mala,
y cuando la sangre se enrabia en las venas
no hay quien pueda, señora, calmarla...
Y una noche, lo que hacen los celos,
lo esperé allá abajo, junto a la cañada;
retumbaba el trueno, llovía, y el río
igual que mis venas hinchado bajaba.
Al fin a lo lejos lo vi entre las sombras,
venía cantando su loca esperanza,
en el cinto colgaba el machete,
bajo el brazo la alegre guitarra.
Llegó hasta mi lado, tranquilo, sereno,
me clavó con los ojos su fría mirada;
me dijo: -¡Me espera?... Le dije: -¡Te espero!
y no hablamos más, ni media palabra.
Que era bravo el hombre, cual los hombres machos,
y los hombres machos pelean, no hablan.
¡Cómo la quería...! El machete dijo
su amor y sus ansias, roncaba su pecho,
brillaban sus ojos, y entre golpe y golpe ponía su alma.
No fue lucha de hombres, fue lucha de toros,
eso bien lo sabe la vieja cañada,
pero más que el amor y el ensueño
pudieron la envidia y la rabia,
y al fin mi machete lo dejó tendido
sobre su guitarra...
No tema, señora, con cosas pasadas...
Todavía en el suelo me dijo llorando:
-¡Quiérela... que es buena...!
Quiérela... como yo la he querido
¡Quiérela... que es santa...
que aunque muero...
la llevo metida en el alma!
Y tuve celos, señora, del que así me hablaba
y tuve celos de aquel que moría
y aun muriendo la amaba...
Y la sangre cegó mis pupilas
y el machete en la mano temblome con rabia
y lo hundí en su pecho con odio y con furia
y rasgué su carne buscándole el alma...
Porque en el alma se llevaba mi hembra...
y yo no quería que se la llevara.
EL EMBARGO
JOSÉ MARÍA GABRIEL Y GALÁN
Señol jues, pasi usté más alanti
y que entrin tos esos,
no le dé a usté ansia
no le dé a usté mieo...
Si venís antiayel a afligila
sos tumbo a la puerta. ¡Pero ya s?ha muerto!
¡Embargal, embargal los avíos,
que aquí no hay dinero:
lo he gastao en comías pa ella
y en boticas que no le sirvieron;
y eso que me quea,
porque no me dio tiempo a vendello,
ya me está sobrando,
ya me está gediendo!
Embargal esi sacho de pico,
y esas jocis clavás en el techo,
y esa segureja
y ese cacho e liendro...
¡Jerramientas, que no quedi una!
¿Ya pa qué las quiero?
Si tuviá que ganalo pa ella,
¡cualisquiá me quitaba a mí eso!
Pero ya no quio vel esi sacho,
ni esas jocis clavás en el techo,
ni esa segureja
ni ese cacho e liendro...
¡Pero a vel, señol jues: cuidaíto
si alguno de ésos
es osao de tocali a esa cama
ondi ella s?ha muerto:
la camita ondi yo la he querío
cuando dambos estábamos güenos;
la camita ondi yo la he cuidiau,
la camita ondi estuvo su cuerpo
cuatro mesis vivo
y una nochi muerto!
¡Señol jues: que nenguno sea osao
de tocali a esa cama ni un pelo,
porque aquí lo jinco
delanti usté mesmo!
Lleváisoslo todu,
todu, menus eso,
que esas mantas tienin
suol de su cuerpo...
¡y me güelin, me güelin a ella
ca ves que las güelo!...
DAR EL CORAZÓN
Rogelio Poncel
Si no vienes a dar el corazón y la vida,
no te molestes en entrar,
porque en tu entrada
comienza tu salida.
Si tú vienes a buscar un lecho
para una ocasión mullida,
no te molestes en entrar,
donde la flor más bella
es una herida.
Este es un lugar propicio
tan sólo para el sacrifcio.
Aquí tienes que ser el último en comer,
el último en tener,
el último en dormir,
el primero en morir.
PARA MI TODAS SON MADRES
Qué me importa a mí del mundo,
Y qué me importa a mí de la sociedad,
La sociedad y el mundo,
Me exigen que yo eche a rodar a mi hija
Y por qué voy a echarla.
Echarla a mija
Porque me ha traído un nieto de regalo
Sin que nadie supiera.
Vaya un pecado, vaya un pecado más grande.
Acaso, no han comenzao sus amores
Cuando empezó a puntear la primavera;
Que fue pal tiempo aquél, quel potro,
Rompió el cabestro pá seguir la yegua;
El toro saltó los alambraos
Y al trotecito se nos fue la perra.
Echarla a mija; echarla a mija me pide el mundo,
Porque no supo venderse a cambio de una libreta,
Si hasta el reptil ponzoñoso,
Procrea con libertad en sus abrigadas cuevas.
Si el río serpentea libremente,
Por ser hijo natural, del corazón de la sierra.
Solamente la mujer,
Solamente la mujer tiene sociedad que la desprecia,
Pero esa sociedad admite, permite y fomenta
El cabaret, el mercado de las hembras;
Allí nadie pregunta si una mujer es mala o es buena,
Allí un pedazo de seda
Tapa las marcas que han dejado las poleas,
Cuando esa mujer soñó ser
Una madre, honrada, trabajadora y buena.
Echarla a mija,
Echarla a mija me pide el mundo,
Porque me ha traído un nieto de regalo,
Sin que nadie supiera;
Vaya un pecao,
Vaya un pecao más grande,
A criar su hijo,
A criarlo como Dios manda,
En vez de mal parirlo sin que la vean.
Bendita sea la mujer,
Benditas sean todas las madres
Que contra el mundo y la sociedad que las desprecia,
Levantan bien alto
El bello fruto de sus entrañas maternas!
Madre, madre mía del alma, que estás en los cielos,
Si vos madres
Tuviste la desgracia de ser igual que ellas,
Mil veces madre!
Mil veces bendita seas!
ME ECHARON DEL PUESTO
Claudio martínez Paiba
Buenas Tardes mi mama!
Venga mi vieja querida
Que le encaje un beso grandote en la trompa!
Quédese quieto;
Semejante hombraso con esos bigotes
Y haciéndose el chico?
Mama, es que vengo de alegre.
No le digo el antojo,
Va a cumplir los treinta
Y anda aragañando con sus sentimientos;
Dígame, ya ha encontrao novia?
No me eche agua fría,
Que mientras usted viva
No habrá moza
Por más linda,
Que sea capaz de meter la pata entro el rancho;
Mi mama es mi novia y acabao el cuento.
Le hacen mayordomo?
qué mayordomo ni qué mayordomo,
endivine?
Le aumentan el sueldo?
Qué sueldo ni qué sueldo.
Quiere que le diga por qué vengo alegre?
Me echaron del puesto!
Cómo dice?
Que le han echao del puesto
Y usté viene alegre?
Sí, pero una vez que usté sepa por qué me despiden
Me va a creer más su hijo.
Hace una semana
Llegó la patrona y el patrón del pueblo,
Con ellos trujeron al hijo;
Un mozo que dicen que es leído
Porque estudia en los libros,
Toma té con wiskhy,
Se pinta las uñas,
Pero tiene más humo
Que´se palo verde que usté ha echao en el fuego.
Ayer hubo fiesta en la estancia
Y el mocito biodo, maltrató al boyero,
Anduvo a palos con peones y perros;
Cuando vide que el patrón con tuita justicia,
Vino a pedirle al hijo, se estuviese quieto,
El patrón fue quien tuvo que irse dentro.
Luego, vino la madre!
Para qué venir…
Conforme la pobre viejita,
Vino a pedirle al hijo se estuviese quieto.
Se ensañó en la pobre;
Lo maldijo a Dios!
Y cuando esa pobre madre vino a arrodillarse,
La tomó de un brazo, la apretó fuerte,
La tiró en el suelo,
Y después, no me acuerdo.
Se me fue el sentío, me tapó una sombra,
Lo alcé por los aires y lo estrellé contra el suelo;
No sé si lo he dejao allí tirao, creyéndolo muerto
Porque pensé que era usté esa madre
Y yo ese mal hijo que había educado el pueblo.
Y quise matarlo,
Deshaciendo ese hijo que olvidó en los libros
Lo que un ignorante de los ranchos nuestros,
Ni borracho, ni loco, se olvida un momento.
Y aquí estoy,
Déjeme que le encaje un beso grandote en la trompa!
Deje que llore uno chiquitico pegadito en su seno;
Deje que me sienta un chiquilín de nuevo,
Mientras grito alegre:
Me echaron del puesto .
LA MAMADRE
Pablo Neruda
La mamadre viene por ahí,
con zuecos de madera. Anoche
sopló el viento del polo, se rompieron
los tejados, se cayeron
los muros y los puentes,
aulló la noche entera con sus pumas,
y ahora, en la mañana
de sol helado, llega
mi mamadre, doña
Trinidad Marverde,
dulce como la tímida frescura
del sol en las regiones tempestuosas,
lamparita
menuda y apagándose,
encendiéndose
para que todos vean el camino.
Oh dulce mamadre
—nunca pude
decir madrastra—,
ahora
mi boca tiembla para definirte,
porque apenas
abrí el entendimiento
vi la bondad vestida de pobre trapo oscuro,
la santidad más útil:
la del agua y la harina,
y eso fuiste: la vida te hizo pan
y allí te consumimos,
invierno largo a invierno desolado
con las goteras dentro
de la casa
y tu humildad ubicua
desgranando
el áspero
cereal de la pobreza
como si hubieras ido
repartiendo
un río de diamantes.
Ay mamá, ¿cómo pude
vivir sin recordarte
cada minuto mío?
No es posible. Yo llevo
tu Marverde en mi sangre,
el apellido
del pan que se reparte,
de aquellas
dulces manos
que cortaron del saco de la harina
los calzoncillos de mi infancia,
de la que cocinó, planchó, lavó,
sembró, calmó la fiebre,
y cuando todo estuvo hecho,
y ya podía
yo sostenerme con los pies seguros,
se fue, cumplida, oscura,
al pequeño ataúd
donde por primera vez estuvo ociosa
bajo la dura lluvia de Temuco.
LAS MANOS DE MI MADRE
Alfredo Espino
Manos las de mi madre, tan acariciadoras,
tan de seda, tan de ella, blancas y bienhechoras.
¡Sólo ellas son las santas, sólo ellas son las que aman,
las que todo prodigan y nada me reclaman!
¡Las que por aliviarme de dudas y querellas,
me sacan las espinas y se las clavan en ellas!
Para el ardor ingrato de recónditas penas,
no hay como la frescura de esas dos azucenas.
¡Ellas cuando la vida deja mis flores mustias
son dos milagros blancos apaciguando angustias!
Y cuando del destino me acosan las maldades,
son dos alas de paz sobre mis tempestades.
Ellas son las celestes; las milagrosas, ellas,
porque hacen que en mi sombra me florezcan estrellas.
Para el dolor, caricias; para el pesar, unción;
¡Son las únicas manos que tienen corazón!
(Rosal de rosas blancas de tersuras eternas:
aprended de blancuras en las manos maternas).
Yo que llevo en el alma las dudas escondidas,
cuando tengo las alas de la ilusión caídas,
¡Las manos maternales aquí en mi pecho son
como dos alas quietas sobre mi corazón!
¡Las manos de mi madre saben borrar tristezas!
¡Las manos de mi madre perfuman con terneza!
EL NIDO
Alfredo Espino
Es porque un pajarito de la montaña ha hecho,
en el hueco de un árbol, su nido matinal,
que el árbol amanece con música en el pecho,
como que si tuviera corazón musical.
Si el dulce pajarito por entre el hueco asoma,
para beber rocío, para beber aroma,
el árbol de la sierra me da la sensación
de que se le ha salido, cantando, el corazón.
UN RANCHO Y UN LUCERO
Alfredo Espino
Un día ¿¡primero Dios!?
has de quererme un poquito.
Yo levantaré el ranchito
en que vivamos los dos.
¿Que más pedir? Con tu amor,
mi rancho, un árbol, un perro,
y enfrente el cielo y el cerro
y el cafetalito en flor...
Y entre aroma de saúcos,
un zenzontle que cantará
y una poza que copiará
pajaritos y bejucos.
Lo que los pobres queremos,
lo que los pobres amamos,
eso que tanto adoramos
porque es lo que no tenemos...
CAÑAL EN FLOR
Alfredo Espino
Eran mares los cañales
que yo contemplaba un día
(mi barca de fantasía
bogaba sobre esos mares).
El cañal no se enguirnalda
como los mares, de espumas;
sus flores más bien son plumas
sobre espadas de esmeralda...
Los vientos-niños perversos-
bajan desde las montañas,
y se oyen entre las cañas
como deshojando versos...
Mientras el hombre es infiel,
tan buenos son los cañales,
porque teniendo puñales,
se dejan robar la miel...
Y que triste la molienda
aunque vuela por la hacienda
de la alegría el tropel,
porque destrozan entrañas
los trapiches y las cañas...
¡Vierten lagrimas de miel!
Con sólo eso, vida mía;
con sólo eso:
con mi verso, con tu beso,
lo demás nos sobraría...
Porque no hay nada mejor
que un monte, un rancho, un lucero,
cuando se tiene un "Te quiero"
y huele a sendas en flor...
ASCENCIÓN
Alfredo Espino
¡Dos alas!... ¿Quién tuviera dos alas para el vuelo?
Esta tarde, en la cumbre, casi las he tenido.
Desde aquí veo el mar, tan azul, tan dormido,
que si no fuera un mar, ¡Bien sería otro cielo!...
Cumbres, divinas cumbres, excelsos miradores...
¡Que pequeños los hombres! No llegan los rumores
de allá abajo, del cieno; ni el grito horripilante
con que aúlla el deseo, ni el clamor desbordante
de las malas pasiones... Lo rastrero no sube:
ésta cumbre es el reino del pájaro y la nube...
Aquí he visto una cosa muy dulce y extraña,
como es la de haber visto llorando una montaña...
el agua brota lenta, y en su remanso brilla la luz;
un ternerito viene, y luego se arrodilla
al borde del estanque, y al doblar la testuz,
por beber agua limpia, bebe agua y bebe luz...
Y luego se oye un ruido por lomas y floresta,
como si una tormenta rodara por la cuesta:
animales que vienen con una fiebre extraña
a beberse las lágrimas que llora la montaña.
Va llegando la noche. Ya no se mira el mar.
Y que asco y que tristeza comenzar a bajar...
(¡Quién tuviera dos alas, dos alas para un vuelo!
Esta tarde, en la cumbre, casi las he tenido,
con el loco deseo de haberlas extendido
¡Sobre aquél mar dormido que parecía un cielo!)
Un río entre verdores se pierde a mis espaldas,
como un hilo de plata que enhebrara esmeraldas...
EL SIGUIENTE POEMA ESTA DEDICADO ESPECIALMENTE A MI ESPOSA QUE ES COMPAÑERA, AMIGA Y MADRE Y A MI HIJA QUE ES LA LUZ QUE ILUMINA MI VIDA.
MITAD TU, MITAD YO
Mario Molina Montes
Quiero ver jugueteando por las piezas y patios
un muñeco de carne, mitad tú, mitad yo.
Que lleve en sus cabellos el color de tu pelo
y en sus ojos de cielo la mirada piadosa que Dios
te regaló.
Quiero ver en mi casa ahora y siempre y de por vida
un muñeco de carne, mitad tú mitad yo.
Que lleve en sus manitas la seda de tus besos
y en su boca el perfume que tu seno le dió.
Quiero ver que me quiere, que me busca, que me espera
quiero sentir su abrazo cuando me vea legar,
quiero me diga cosas y me cuente mentiras
quiero que me consuele cuando me vea llorar.
Quiero después morirme sabiendo que te queda
unmuñeco de carne mitad tú mitad yo
Que lleve en sus manitas la seda de tus besos
Y en sus ojos de cielo la mirada piadosa que dios
te regaló.
16/4/10
MEMORIA DE MIS PUTAS TRISTES
1. INTRODUCCIÓN
Continúo pensando si aquel que relataba era verdaderamente el Nóbel colombiano o si aún este escritor nos sigue engañando con su realismo mágico; quizá nunca se sepa qué era lo realista o qué era lo mágico, pero sigo pensando, creyéndome el cuento de que Gabriel es aquel niño que se acercó al sexo y al mundo de las putas poco antes de cumplir los doce, cuando, como Él o su escritor mágico declara, tenía aún los pantalones cortos y las botitas de la escuela primaria.
Gabriel declaró estar pasando por una crisis de invención, pero eso fue este año, así que si es verdad aquello, si ya no volviera a plasmar la palabra mierda en algún papel, la verdad es que le damos las gracias por estas memorias que durante el desarrollo del trabajo estaremos analizando.
2. ANÁLISIS DEL AUTOR
2.1 Nombre: Gabriel García Márquez.
2.2 Biografía
El Nóbel colombiano nace en Aracataca, uno de los principales municipios agrícolas del Magdalena, Colombia, en donde vive con sus abuelos paternos hasta 1936. En el Liceo Nacional de Zipaquirá se gradua como bachiller (1947); en 1948 ingresa a la Universidad Nacional a estudiar derecho y publica sus primeros cuentos en El Espectador, ese mismos años deja los estudios, se traslada a Cartagena y entra al periódico El Universal; luego, pasa al Heraldo de Barranquilla en 1954 y al siguiente año adquiere fama su reportaje en aquel diario Relato de un naúfrago y da a conocer su primera novela llamada La hojarasca. Entre 1959 y 1961 es representante de la agencia de noticias cubana La Prensa en Bogotá, Nueva York y La Habana. Entre 1960 y 1970 se exilia voluntariamente en México y España por su oposición al dictador Laureano Gómez y Gustavo Rojas Pinilla. Y en 1982 le otorgan el Premio Nóbel de Literatura.
2.3 Movimiento literario: el autor tiene el privilegio de ser llamado el padre del Realismo Mágico aún cuando el término es originario del escritor cubano Alejo Carpentier. Se contraponen universos. No hay mejor ejemplo que Cien Años de Soledad, su obra cumbre, donde existe un poblado llamado Macondo, pero que en realidad es una hacienda cercana a donde nació el autor; cada uno guarda un orden particular, pero a la final, con el juego de la realidad y los sucesos fantasiosos, nos hace creer que son uno, que lo que pasa en Macondo es lo que realmente pasa en la hacienda; muchos quieren ir a visitar dichos lugares de Macondo para pisar la tierra de los personajes de Márquez, los cuales pueden no existir pero si su geografía. En el caso de las putas tristes es lo contrario, o ambos casos, personajes y espacios existen, pero se duda de la historia.
2.4 Producción literaria
Sus primeras novelas son: La hojarasca (1955), El coronel no tiene quien le escriba (1961) y Los funerales de la Mamá Grande (1962). Cien años de soledad (1967) fue escrita durante su exilio en México y narra la historia de un pueblo llamado Macondo, una hacienda cercana a su pueblo natal. Márquez tiene otras obras como: El otoño del patriarca (1975), sobre la corrupción política; Crónica de una muerte anunciada (1981), el mejor ejemplo de crónica literaria; El amor en los tiempos del cólera (1985), una historia de amor, y El general en su laberinto (1989), sobre los últimos días de vida de Simón Bolívar, Noticia de un secuestro (1996), un reportaje formato novela sobre el narcotráfico en Colombia, La bendita manía de contar y su autobiografía Gabriel García Márquez (1998), Vivir para contarla (2002), que es una parte de sus memorias y Memorias de mis putas tristes (2004), obra que estamos estudiando. También son famosos sus cuentos recopilados en La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada (1972) y Doce cuentos peregrinos (1992).
2.5 Contexto del Autor
Gabriel García siempre se ha movido dentro de un contexto histórico a nivel político. Por ejemplo, fue férreo opositor de Laureano Gómez y de su sucesor Gustavo Rojas Pinilla, por lo que se tuvo que exiliar en México y España entre 1960 y 1970. Además vivió el Bogotazo y todo el período de violencia que le sucedió, lo cual se muestra fuertemente marcado en su obra, sobre todo en La hojarasca, El coronel no tiene quien le escriba y Los funerales de la Mamá Grande. Defendió la Revolución Cubana y mantiene su apoyo al dirigente cubano Fidel Castro, motivo quizá para promover la fundación de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños en Cuba. Actualmente vive en México pero, como él mismo lo declaró, la obra sigue inspirada en su infancia, en donde el área sexual toma siempre un papel relevante como efectivamente ocurre en su último libro.
2.6 Contexto del lector
El lector de nuestra época con respecto a la obra Memorias de mis putas tristes, se encuentra situado en un mundo parecido al que describe Márquez. Se ha aumentado el nivel de prostitución y los (as) que lo ejercen intentan legalizar dicha práctica. Por un lado se habla de prostitución como tal y por el otro como el liberalismo sexual donde el dinero ya no es la conexión con dicha práctica. Más cercano al entorno colombiano y quizá mundial, es el ejercicio de la prostitución en zonas aledañas a los colegios y la inclusión de los niños en las prácticas sexuales, como lo hace Castorina con el relator (pág. 104-105).
3. ANÁLISIS DE FONDO
3.1 TEMA
3.1.1 Principal: Remembranzas de algunas “mujeres de la vida fácil” con las que estuvo el relator, con especial énfasis en la que él llama Delgadina.
3.1.2 Secundarios: prostitución infantil (pág. 21, final), la edad (pág. 33), el miedo a la muerte (pág. 101, mitad), amor y desamor (pág. 83, inicio), la vida sexual prematura (págs. 47, mitad, 104-105), entre otros cientos.
3.2 ARGUMENTO
3.2.1 Planteamiento: un periodista jubilado acaba de cumplir noventa años; para esta ocasión tan especial desea revivir su hobby favorito pasando una noche más en donde ha confluido toda su vida, pero ya no desde hace tiempo: en un prostíbulo (pág. 9).
3.2.2 Nudo: habiendo conseguido con quien tener relaciones, una niña de 14 años (pág. 21), ahora no es capaz sino solamente de contemplarla (pág. 32, mitad), disfrutando de ello y llegándose a enamorar (Cáp. 3) como nunca lo había echo con las más de 514 mujeres (pág. 16, final).
3.2.3 Clímax: hay un detonante para que surja el momento más fuerte; es el cadáver de un banquero famoso (pág. 78), el cual divide al relator de la que él considera su amor y de la dueña del prostíbulo, dejándolos separados por un mes (pág. 87, mitad), lo que le produce una gran depresión (pág. 83). En el reencuentro ocurre un malentendido (págs. 91-92) que separa al periodista de su amor por dos meses más.
3.2.4 Desenlace: el viejo periodista necesita resolver su situación. En ese momento le llega una confidente, un amor de antaño (pág. 94), que le dirige en lo que debe hacer y en lo que efectivamente culmina la historia.
3.3 PERSONAJES
3.3.1 Principales o protagonistas
-Periodista jubilado (relator): este personaje piensa que su vida pública carece de total interés, por lo cual prefiere contar su vida intima con las prostitutas (pág. I8, inicio). Es un mujeriego que lleva la cuenta de las mujeres que se han acostado con él (pág. 16, final); se encuentra pensionado, dictando clases de gramática y latín, escribiendo notas dominicales y a veces breves sobre música y teatro (pág. 12 inicio). Le gusta andar sólo (pág. 18, final), escuchar música y releer clásicos de la literatura (pág. 15, final). Recuerda mucho a su mamá (págs. 30, mitad; 36, mitad; 37, inicio; 11). Nunca fue enamoradizo pero lo atolondra Delgadina (pág. 85, inicio).
-Rosa Cabarcas: dueña de un prostíbulo de renombre en el paseo Colón; alguna vez fue muy apuesta y corpulenta, pero su cliente el periodista nota la vejez en ella (págs. 25, final; 28, inicio). Su esposo e hijo único fallecieron por lo que anda siempre de luto (pág. 24, inicio).
-Delgadina (menor de edad): el viejo periodista la describe como bella, limpia, bien criada, miedosa, trabajadora, (pág. 27, mitad), hermosas uñas, piel mal, tratada, dedos largos, pies grandes, vellos y senos incipientes, pintorreteada, (pág. 29, mitad), nariz altiva, cejas encontradas, labios intensos, (pág. 29, final), pobre y de prendas baratas (pág. 30, inicio). Ella le tenía miedo al contacto con el escritor, pero luego fue cediendo (pág. 31, mitad). Su incursión en la prostitución se debe a la quebrantada economía familiar por lo cual debe además pegar botones en una fábrica (pág. 27, final). Esta niña transformó al periodista despertando en él el amor que nunca sintió (pág. 66, mitad).
3.3.2 Secundarios
-Florina de Dios: hija de italiano, madre del relator, intérprete de Mozart, políglota, hermosa, (pág. 11). Murió a los 50 años de tuberculosis (págs. 16, inicio; 35, medio). Ella es un recuerdo constante del periodista (pág. 30, mitad; 16, inicio; 14, mitad; 100, final; 107, final), hasta el punto que a veces él siente su presencia (pág. 78, inicio) igual que a Delgadina (pág. 61, inicio).
-Padre del relator: no se menciona su nombre, pero se llega a saber que fue formalista, irreprochable, que murió el día que se firmó el tratado que dio fin a la Guerra de los Mil Días (pág. 16, inicio), de perfil costeño, moreno (pág. 14, mitad), y que trabajó en las notarias coloniales de la calle de los Notarios (pág. 104).
-Damiana: el periodista la conoce cuando era una niña, aindiada, fuerte, del campo, breve, terminante, recatada con pantorrillas suculentas (pág. 17 inicio-mitad), con quien tenía relaciones por detrás (en reversa) (pág. 17, final). Ella lo saca de grandes apuros y lo visita de vez en cuando, aún en la actualidad cuando relata las memorias (págs. 37, inicio; 77, inicio).
-Ximena Ortiz: el periodista la encuentra un día desnuda (pág. 37, final); a partir de allí ella lo persigue (pág.38, inicio) y hasta piensan en casarse (pág. 39), pero él la dejó plantada y ella se fue del país (págs. 40, final; 41, inicio). Ya de viejos se vuelven a encontrar de paso en un concierto de música clásica (págs. 101, final; 102, inicio).
-Tía Argénida: familiar de Ximena Ortiz quien los vigilaba pero se quedaba dormida (pág. 39, inicio).
-Jerónimo Ortega: censor oficial en el Diario de la Paz que no mantiene una buena con el protagonista (pág. 44, inicio).
-Diva Sahibí: adivina a quien el periodista le dio a leer la mano dibujada de Delgadina (pág. 64, final).
-Casilda Armenta: aparece en el último capítulo como una prostituta retirada y vieja amiga del periodista (pág. 94, inicio), a quien le aconseja su última jugada (pág. 96, mitad).
-Castorina: era la jefe de un burdel secreto en las notarías coloniales que introdujo al protagonista en su mundo cuando apenas él tenía doce años (pág. 105, final)
3.4 Tiempo
A pesar que el relator rememora acontecimientos del pasado tales como, los primeros contactos con un burdel (págs. 104-105), un casamiento fallido (pág. 40, final), la muerte de los padres (págs. 35, mitad; 16, inicio), entre otros, siempre él los aterriza en la actualidad; es decir, los cuenta desde el presente como pasado, pero no como eventos intercalados entre pasado y presente.
Hay que reconocer que en algunas ocasiones se utiliza un tiempo psicológico irreal, como cuando se imagina a Delgadina ayudándole a sostener los libros para que no se mojen (pág. 61, mitad), lo cual sólo es una suposición del protagonista.
El tiempo lineal predomina durante todo el texto salvo algunos desvaríos imaginarios del protagonista con su amada y su mamá.
3.5 Espacio
Al igual que los personajes, el espacio es descrito con genialidad por el autor colombiano. El paisaje es esencialmente costeño: bullicioso (pág. 24, inicio), arenas calientes, casas de tabla y palma, parrandas (pág. 24, final), caluroso (pág. 39, mitad), con muelles, ríos y puertos, (págs. 11, mitad; 95, final; 109, final), terrazas y palmas (pág. 94, mitad), entre otros aires caribeños y playeros.
El espacio es real, es decir, cada lugar existe en la realidad pero es posible que las situaciones como tal nunca hayan sucedido, pues eso es lo característico de la vertiente literaria del autor, combinar realidad con ficción hasta el punto de no distinguir fronteras entre una y otra. Puerto Colombia, por ejemplo, es el puerto de Barranquilla; y en esta misma ciudad encontrarás los burdeles y todo lugar citado por Márquez como el parque de San Nicolás, la estatua de Simón Bolívar, el Barrio Chino, el paseo Colón, las notarias coloniales ubicada en la calle de los Notarios, entre otros tantos. Actualmente hay un artículo de la revista Dinners que circula por Internet y donde muestra algunas fotos de los espacios geográficos en que se desenvuelve la novela. Si existen sentimientos, pero el autor no les da una cabida gráfica como tal; estos van dirigidos más a personas que a espacios.
4. ANÁLISIS DE FORMA
4.1 Género
Pertenece al género narrativo.
4.2 Subgénero
Es una novela no sólo por ser extensa, sino por la complejidad de las personas y las situaciones, los cuales no se pueden desarrollar en un solo capítulo sino que se requiere de varios, en este caso, cinco capítulos para desarrollar la trama.
4.3 Estructura del texto
El texto consta de cinco capítulos desarrollados en ciento nueve páginas.
4.4 Narración
El autor cuenta la obra en primera persona del singular y en tercera del singular. Estas son las dos predominantes pero puede ser que exista la tercera persona del plural. Por ejemplo: “… (yo) abordé un taxi y (yo) le pedí…” (primera persona del singular); “(Ella) No parecía la misma.” (Tercera persona del singular).
4.4 Tipo de lenguaje
Gabriel García Márquez acostumbra a manejar un lenguaje muy coloquial; en esta ocasión lo utilizó, como siempre, en las frases de los propios personajes. Pero si hablamos del relator como tal, podríamos decir que usa un lenguaje sencillo pero no tan primigenio salvo algunas excepciones donde utiliza, por ejemplo, la palabra culo (“me ardía el culo”) (página 12, final). En el vocabulario encontrado pero que no se encuentra anexo a este análisis, se halla que el autor ha dejado de lado las palabras coloquiales del costeño típico colombiano, para utilizar otras más universales, dando como resultado una descoloquialización de su estilo.
5. ANÁLISIS FINAL
5.1 Apreciación Crítica
Hay algo que no tiene esta obra de Márquez y las anteriores sí, y es el contenido ideológico político reflejado en El Coronel no tiene quien le escriba o La hojarasca, o la noticia novelada como en Crónica de una muerte anunciada o Noticia de un secuestro.
Pero esta tiene algo que no tienen las otras o que lo tienen pero en pequeñas proporciones, y es el romanticismo, lo erótico, el alejamiento de las cuestiones políticas por el acercamiento a situaciones más sociales. Eso quizá se debe a porque Márquez está entrando en la etapa de su personaje, a esa edad de los ochenta y noventa años, y puede ser que sea a tal edad que el hombre se sensibiliza más.
También es de reconocer su recuerdo, la permanencia de Colombia en su mente, pues los lugares existen, y desde un país lejano hay que tener mucha idiosincrasia o retentiva para trabajar sobre ellos. Insisto en la falta de palabras regionales tan utilizadas en otras obras, aunque eso no es del otro mundo teniendo en cuenta que vive en México y que su obra al universalizarse necesita de un lenguaje más general, sencillo y conocido.
El Nóbel sigue dejándonos intrigados con sus historias y los personajes: de verdad me gustaría conocer a Delgadina.
Además encontramos esa dosis de humor negro que siempre le imprime a sus escritos (págs. 17; 20, mitad, 96, mitad), la utilización del símil o la comparación (págs. 25, mitad; 30 final; 41, mitad), la personificación (pág. 31, inicio), el lenguaje poético (págs. 31, final; 25, mitad; 76, final; 67, inicio) y el sensualismo (págs. 58, final; 39, mitad 108).
Pero hay algo muy curioso y que me tiene intrigado: no veo putas tristes, el triste es el protagonista, el periodista viejo verde.
5.2 Conclusiones
A pesar que se rumora sobre una pérdida de la imaginación o cese de esta en el Nóbel colombiano, esta novela nos demuestra todo lo contrario.
Queda comprobado, además, que su realismo mágico aún no deja de estar vigente y cautivarnos entre las fronteras de lo real e imaginario.
La universalización de la obra macondiana ha exigido al autor menor dependencia de los caracteres regionalistas y mayor sujeción a las palabras sencillas y conocidas por todo el mundo.
Pese a lo anterior, no deja de olvidar a Colombia, relegándola al olvida, pues la presente obra se desarrolló en la ciudad de Barranquilla de este país.
8/4/10
LA GUERRA DEL FIN DEL MUNDO -Mario Vargas Llosa-
1. - Ficha técnica.
Mario Vargas Llosa nació en Arequipa, Perú. Vargas Llosa es uno de los más grandes novelistas peruanos. De técnica impecable, nunca deja cabos sueltos en la narración. Refleja su particular visión de Perú de una forma pesimista y crítica. Estudió primeramente en Cochabamba, Bolivia, e hizo la secundaria en Piura y Lima, como interno en el colegio militar Leoncio Prado. Se licenció en la Universidad de San Marcos de Lima, trasladándose a Madrid en 1958. Marchó a París para cursar el doctorado, donde permanecerá hasta 1966. En 1952, escribió su primera obra teatral: La huida y, en 1958, una colección de cuentos que tituló Los jefes. En 1962, Vargas Llosa se dio a conocer con la publicación de La ciudad y los perros. En ella, recoge experiencias del colegio militar donde pasó sus primeros años de estudio. Uno de los rasgos más sorprendentes y originales de la obra es el cambio de narrador. La casa verde, obra publicada en Barcelona en 1966, contiene dos elementos que la hacen sublime: la técnica y el realismo con que muestra diversos aspectos de la vida peruana. La casa verde representa un burdel y, metafóricamente, la tierra misma. Se marchó a Londres como profesor universitario en el Queen Mary College y, luego, en el King's College; más tarde se trasladó a Barcelona y, por último, regresó a su país. En 1967 publicó Los cachorros: Pichula Cuéllar. Narra, de forma irónica y compasiva, la historia de un adolescente privilegiado que queda castrado al sufrir un accidente y, a partir de ahí, tiene que demostrar su hombría. La novela es de tono pesimista.
Otra novela en la que se critica a la sociedad peruana es Conversación en la catedral, de 1969. La acción transcurre durante la dictadura de Manuel Odría (1948-56), en un bar denominado como la novela, y el personaje protagonista también será un desgraciado. En la novela aparecen cuatro historias que se entrelazan al final. En 1973 escribió una novela más amena y divertida: Pantaleón y las visitadoras, donde cuenta la historia de un oficial peruano que tiene que proveer de prostitutas al ejército. En La tía Julia y el escribidor, de 1977, también se entrecruzan las historias de Varguitas y Julia (los protagonistas), con la del escribidor y las radionovelas que escribe. En 1981 apareció La guerra del fin del mundo, única novela donde la acción no transcurre en Perú. En esta obra (que es la que aquí vamos a estudiar) une varias características de novelas anteriores. También ha realizado estudios como La orgía perpetua, sobre Madame Bovary y Flaubert. Ha escrito obras de teatro sin mucho éxito como La señorita de Tacna y El hipopótamo. En 1990 Vargas Llosa se presentó como candidato a las elecciones presidenciales de Perú a la cabeza del partido conservador; sin embargo, fue derrotado en las urnas por Alberto Fujimori. Después de esta experiencia, abandonó la política y ha fijado su residencia en España. Con su novela Lituma en los Andes, 1993, obtuvo el Premio Planeta. En 1994 fue elegido miembro de la Real Academia Española de la Lengua y, en 1995, ha sido galardonado con el Premio Cerv.
2.- Argumento.
La novela cuenta la rebelión de un grupo de gente, reunida en una pequeña ciudad brasileña, que lucharán contra la república, recién instaurada, creyéndola representante del maligno. Empieza para ellos el Apocalipsis, y se van cumpliendo poco a poco las predicciones del Consejero. La república ira mandando ejércitos cada vez más grandes hasta que sofocan lo que, siendo una rebelión, había pasado a ser casi una guerra civil.
Junto a esta trama, surgen otras de ámbito político, en la que la oposición y la presidencia de Bahía entran en una gran lucha verbal de acusaciones y descalificaciones, gran crispación política.
3 . - Seguimiento de la trama política y militar.
Política.- El que posee el poder de Bahía es el Partido Autonomista al que pertenece el Barón de Cañabrava. El segundo partido político más importante es el Partido Republicano Progresista del que es presidente Epaminodas GonÇalvez, director a su vez del Jornal de Noticias. Galileo Gall ira a visitar a Epaminodas para pedirle que publique un comunicado en el que pide ayuda para Canudos. Epaminodas no lo ayudará pero no se olvidará de su cara.
Hay que recordar que antes brasil era monárquica, perteneciente a los ingleses, pero hacía un año había pasado a ser república. A si que lo que estaba pasando en Canudos (perteneciente al Barón) ponía en peligro la república, ya que los revoltosos luchaban contra esta y sus principios. Gall había sido detenido y se había cursado una orden de expulsión del país, así que como no tenía nada que perder, ni donde ir, decidió ayudar a los revoltosos llevándoles armas. Armas que sí fueron proporcionadas por Epaminodas. Un poco más tarde, Gall será atacado por un grupo mandado por el mismo político, que intentará, pero no conseguirá, matarle. ¿Por qué querría matarle, por que su asesino le llamó ingles cuando el es escocés?. Más adelante se enterará de que los fusiles, robados cuando fue atacado, eran ingleses. Será encontrado por los que le habían atacado de nuevo, pero esta vez sólo iban a por sus pelos y su ropa, cosa que consiguieron, estos, a demás, desenterraron un muerto reciente. Unos días más tarde se acusará al Partido Autonomista y al gobernador, de unirse con Inglaterra para conspirar contra la república, para restablecer la monarquía. Acusaciones basadas en que se habían encontrado unos fusiles ingleses y un cuerpo perteneciente a un supuesto agente ingles. El medio más rápido para difundir esas ideas a todo el pueblo es el periódico, en este caso el que pertenece a Epaminodas, en el que también se criticará la pésima actuación del ejercito de Bahía. En el senado habrá un gran debate en el que se discutirá este tema, y en el que se acentuarán los insultos, las acusaciones y la crispación. Unos defenderán que es imposible encajar dicha conspiración, ya que el primer perjudicado es el dueño de Canudos, el Barón. Otros dirán que el Barón ha cedido esa hacienda para que puedan ser más fuertes los revoltosos y ,a demás, tener una coartada. El partido progresista programará actos de homenaje a los oficiales del ejército y al ejército, así tendrá a la mayoría del pueblo a su favor y al ejercito entero. Pero lo historia transcurre de tal modo que el Barón acabará enterándose del chanchullo preparado por Epaminodas. Y debido a que al final será el ejercito federal, y no el de Bahía, el que acabe con los revoltosos, el Barón y Epaminodas llegaran a un trato para formar una coalición y así habitar ser borrados por los federales, que podrían haber instaurado en Bahía una especie de régimen militar.
Gracias a esta coalición, Epaminodas llegaría al poder con el trato de no tocar las propiedades agrarias ni los comercios urbanos del Barón, así el podría olvidarse de la política sin perder dinero.
Militar.- Cuando en la gobernación de bahía se enteraron de que en un pueblo se había formado una rebelión que iba contra la república, no tardaron en enviar a un grupo de treinta policías en busca del dirigente de la rebelión. Pero estos se encontraron con que, cuando pidieron que entregasen al llamado Consejero, una turba de doscientos hombres se les echó en cima y los machaco. Lo mismo pasó con un regimiento de hombres, el ejercito de Bahía (guiado por Pirés Ferreira), que fue absurdamente derrotado, cuando fue sorprendido por un grupo de cerca de quinientos o mil hombres, que parecían ir en procesión, pero que resultaba que iban en procesión a expulsarlos a ellos, cosa que consiguieron. Entonces se preparó y envió un ejercito seis veces mayor que el anterior, a demás de llevar artillería pesada, estaba guiado esta vez por Febronio de Brito, uno de los mejores. Pero con la ayuda de los desertores y del terreno, no pudieron hacer gran cosa. En la primera fase de la batalla consiguieron resistir y avanzar un poco, pero una hora más tarde fueron atacados en el mismo campamento, y sin darles tiempo a colocarse, fueron arrasados. Debido a esto se mandará un inmenso regimiento dirigido por un jacobino (relacionado con el partido de Epamínodas), el coronel Moreira Cesár. Recibieron una gran despedida. Iban muy confiados, incluso lo único que temía el coronel era que se escapasen los infractores. Pero, incluso antes de luchar, las cosas empiezan a ir mal. El coronel está enfermo, pero a pesar de todo consigue soportar, y el batallón resiste muy bien las pequeñas emboscadas, pero cuando llegan y atacan Canudos, el batallón va cayendo si remedio, hasta que el propio Moreira Cesár tiene que intervenir, pero antes de que pueda hacer nada, cae herido de muerte. El resto de los oficiales, debido al gran número de bajas, deciden retirarse. Estos se unirán más tarde a militares profesionales, cuerpos de policía y voluntarios que venían a salvar la república, en total cinco mil hombres y artillería suficiente para enterrar Canudos. Esta vez los yagunzos deciden preparase bien. Hacen barricadas, ponen a todos los herreros a fabricar balas. Se mandan todos los días expediciones de treinta hombres o más para que vayan mermando y minando la paciencia y los nervios de los soldados, y para que, de paso, roben comida, o intenten destruir la matadeira (un potente cañón), que es el verdadero destructor de Canudos.
Así, poco a poco, irán los yagunzos progresando de tal forma, que conseguirán preparar una gran emboscada al regimiento que lleva la comida y las armas, al que provocarán grandes bajas y conseguirán robarle la comida. Esto, unido a las bajas y a que en la enfermería ya no quedaba nada, se tuvo que desalojar a parte de los heridos que, seguramente, morirían por el camino. Pero poco a poco se va tomando Canudos. Primero un quinto, luego un poquito más. La confianza surge en cada bando cada vez que se consigue, en unos casos robar la comida y en otros conseguir un poco más de terreno.
La crueldad llega hasta tal punto que cuando el Beatito decide llevarse fuera de la guerra un grupo de personas, y los militares les permitían el paso, sus propios colegas los acribillarán.
Este batallón se veía ya temblando cuando llegó otro de cinco mil hombres más, y ocurrió entonces, que Canudos fue literalmente arrasada. Murieron cerca de tres mil soldado y veinticinco mil habitantes de Canudos.
3.- Mundo de referencia.
En la novela aparecen gran número de diferentes tipos de vida y de formas de ver el mundo, pero los más importantes son: el del ejército, la política, los bandoleros, los creyentes y sobre todo el de la guerra. Nos enseña los chanchullos políticos que, aun en nuestros días, se siguen haciendo, una forma no muy democrática de conseguir más votos y con ello más poder; descalificaciones, acusaciones, amenazas, todo eso guiado a una crispación que al que más afecta es al pueblo, al que se engaña. Un mundo también donde a veces es necesaria la negociación entre partidos que se llevan a muerte. También nos deja ver el mundo de los fanáticos, convencidos en la existencia de un dios todopoderoso que un día se enfadará, mandará un castigo y sólo quedaran los “limpios de espíritu”. Gente que hacen lo que se les manda por miedo a represalias “divinas”; de aquí surge también el mundo de la incultura, que nos muestra como la gente se deja arrastrar por ideas que le han metido a la fuerza desde pequeños y no han sido capaces de comprobar su veracidad. Nos muestra el mundo del ejercito como salvadores de la república, y mantenedores del orden publico. Muestra sus estrategias y cierto abuso de poder. Los vandoleros también se dejan entrever en su estilo más sangriento, de asaltos y palizas. Pero lo que mejor se ve en esta novela es que en una guerra nadie gana, a pesar de haber vencedores y vencidos.
4.- Personajes de la obra. Seguimiento de cada historia.
- Antonio Vicente Mendes Maciel.- Más conocido como el Consejero. Hombre alto, flaco, de piel oscura y huesos prominentes. Un hombre misterioso del que era imposible saber su edad, procedencia o su historia. Era una especie de ermitaño vagabundo que iba por los pueblos dando discursos, hablando de cosas sencillas e importantes, cosas actuales, como el Juicio Final, que según él, llegaría en 1900. Había pues que prepararse, restaurar las iglesias. En ese vagabundeo por pueblos, se iban adhiriendo a él personas que lo veían como un nuevo Mesías. Cuando la sequía de 1877, ya le seguían una gran piña humana. En 1888, y con un retraso y deformación de la noticia, llego a los oídos del grupo del Consejero que la monarquía había abolido la esclavitud. Un año más tarde se enteraron de la instauración de la República, la cual había separado la iglesia del estado y credo la posibilidad del matrimonio civil, cosas que no gustaron nada al Consejero. Pero cuando en 1893 se enteraron que la República les iba a cobrar impuestos, fue la gota que colmó el vaso. Desde entonces la República fue considerada como el Anticristo. A partir de aquello se empezaron a unir al Consejero más gente; gente que lo defendió de todo intento de captura y ataque por parte de la policía y ejercito de Bahía.
Se confinaron en la ciudad de Canudos, donde el Consejero mando erigir una gran iglesia, y donde se empezará a construir la resistencia contra “el anticristo”. El Consejero irá nombrando a personas de confianza para desempeñar los cargos más importantes. Cada día llegaban a Canudos multitud de personas, que fueron formando una nueva y gran ciudad, capaz de derrotar a varios ejércitos. Se creará una guardia católica, más adelante, para defenderle. Orará para miles de personas que irán a verle a la grande e inacabada iglesia. Muere pocos días antes de ser Canudos arrasada. Su cuerpo se enterrará en el panteón que mandó hacer. Su tumba será profanada por el ejército, el cual estudiará su cabeza. Esta acabará en el fondo del mar.
- Beatito (Antonio), nacido en Pombal, e hijo de un zapatero y de una inválida. Cuando aun gateaba vino la fuerte sequía que devastó el sertón y que mató a parte de su familia, quedando sólo vivo él y su hermana. El Beatito fue adoptado por el Tuerto, el cual lo trataba como a una bestia de carga. Las mujeres del pueblo obligaron al Tuerto a enviar a Antonio al catecismo, donde éste encontró su sino. Así, a los catorce años, el Beatito vio al Consejero y deseó unirse a el, aunque tuvo que esperar a la siguiente visita para conseguirlo. Una vez que fue aceptado no se separó de él hasta su muerte. Así llegó a ser uno de los hombres de confianza de este. Cuando ya estaban aposentados en Canudos, él fue el que se encargó de organizar todo lo que mandaba el Consejero, y una de esas cosas era recibir todos los días a las familias recién llegadas.
El Beatito mostraba un gran respeto hacia el Consejero, y como todo el mundo, mostraba algo de miedo hacia este. Uno de sus actos a destacar es cuando consigue convencer al ejército de dejar salir a un grupo de gente, aunque estos serán masacrados por su propia gente. Al final, el más allegado al Consejero será el que le “traicione”, diciéndoles a los oficiales del ejército donde estaba escondido el cuerpo de éste.
- Tuburcio de mota es el padre del Beatito. Es zapatero, uno de los pocos que se quedó en su pueblo cuando la sequía. Muere, dejando huérfano al Beatito y a la hermana de éste.
- El vicario Don Casimiro es el que enterró a la familia del Beatito.
- El Tuerto recogió al Beatito una vez muerto su padre. Es el otro zapatero de Pombal. Trata fatal al Beatito, hasta que es convencido para meterlo en la catequesis.
- El Ciego Adelfo. El Beatito será su lazarillo.
- El Leproso Simeón. Es ayudado por el Beatito.
- El padre Moraes. Es el que comunicó al Beatito que no podía ser sacerdote.
- Don Casimiro. Es el párroco ,ya muerto, de Pombal.
- Joao Grande, nació en la hacienda de Adalberto de Gumucio como resultado de la unión entre la mejor negra y el negro más fuerte. Gumucio se encariño con el y lo sacó de la senzala, para llevárselo a su casa, donde fue criado por su hermana Adelhina. Pero a pesar de todo, en vez de convertirse en un ser suave y doméstico, se convirtió en una bestia. Tenía gran fuerza, y anhelaba el bosque. Todo esto dio su fruto cuando, en un viaje de Adelhina al convento en el que él y otro iban de chofer, paró el carruaje y asesino con gran crueldad a Adelhina. Después de esta carnicería y andando sin rumbo se encontró con el Consejero, al que escuchó hablar (de diablos) y con el que se quedó hipnotizado de tal forma que empezó a seguirlo. Fue tras él hasta Canudos, donde se convirtió en uno de los defensores más importantes de esta ciudad. Pero si siguió y defendió al Consejero, no es porque creyese en dios, si no porque éste le había cambiado la vida, le había perdonado sus pecados, le había hecho un hombre feliz. En la guerra murió defendiendo al Consejero, era uno de los de la guardia católica.
- Alberto de Gumucio es el dueño de la finca donde nace Joao grande. Es hermano de Adelhina.
- Adelhina es la hermana soltera de Gumucio. Ella cuidará de Joao el Grande, a pesar de eso será brutalmente asesinada por este mismo.
- Joao Menhino. Compañero de Joao el Grande. Hijo de la cocinera de la hacienda en que se criaron los dos. El está presente en el siniestro cometido por Joao el Grande. Será incapaz de huir y de asesinar, mientras dormía, a Joao. Morirá ahorcado, acusado de asesinato.
- María Quadrado apareció un día arrastrando una cruz. Tenía veinte años pero parecía mucho más vieja. Había sido violada cuatro veces, y en esa última, había sentido cierta compasión por el violador. Vivió durante un tiempo en una gruta, donde no volvió más tras conocer al Consejero. Acabará siendo una de las más allegadas a Antonio. Morirá en Canudos.
- Joao Satán, bautizado por el Consejero como Joao Abade, había sido abandonado por su madre, que había huido con un sargento de la guardia nacional. Fue criado por sus tíos ( Ze Faustino y Angela). Pero de quién más se acordaba era de los cantores ambulantes, los cuales cautivaron a Joao Satán con la historia de Roberto el Diablo (después de cometer un sinfín de maldades se arrepiente). Una mañana llegó al pueblo un grupo de treinta guardias preguntando por el Antonio Silvino. Estos ordenaron a Ze que los llevara ante Antonio, pero este se negó y fue fusilado por ello. Desde entonces Joao se hizo canganciero para, así, matar guardias. Era un hombre fuerte, muy alto, de piel bruñida, pómulos salientes, ojos rasgados, frente ancha, lacónico y fatalista.
- Roberto el diablo, hijo del duque de Normandía. Después de cometer todas las barbaridades y maldades posibles, se arrepintió y anduvo a cuatro patas, ladrando en vez de hablar, alcanzando la misericordia del buen Jesús. Salvó al emperador y se casó con la reina de brasil. Son todos personajes de un cuento que emocionará a Joao Satán.
- Leopoldina es una muchacha de cara redonda, ojos expresivos y formas apretadas, que fue novia de Joao Satán. Lo conoció por que lavaba la ropa en casa de un hacendado en la que trabajaba este. Leopoldina se fue con un juez, y Joao se vengó cortando y marcando el cuerpo de sus hermanos y se llevó a su otra hermana, Marquinha.
- Marquinha es la hermana de Leopoldina. Tiene trece años cuando es raptada por Joao Satán. Apareció un día con la cara marcada por las siglas J y S, a demás de llevar un cartel diciendo que todos los de la banda de Joao eran los padres de la criatura.
- Antonio el fogueteiro es un hombre de Mirandela, uno de los primeros en seguir al Consejero. Hace fuegos artificiales en todas las procesiones.
- Antonio Vilanova nació en Assaré. Desde niño mostró su vocación de comerciante. Huyó del pueblo junto con su familia durante la epidemia. Esto le obligó a hacer uso de sus dotes, así, ayudado por su gente, no tardo en hacer florecer un negocio. Pero la gran sequía lo destrozó, devastó hasta una pequeña ilusión surgida porque, pensando en el futuro, Antonio había reservado maíz, pero poco les valió, pues una turba de personas muertas de hambre saquearon el almacén. Entonces decidieron cambiar de pueblo. Por el camino les pasó de todo. Se establecieron en Caantiga do Moura, donde volvieron a triunfar hasta que las lluvias desbordaron el río, el cual anegó el pueblo entero. Así que fueron en busca de otro pueblo, hasta llegar a Canudos. Allí se quedarán triunfando con el negocio. Fueron de gran importancia durante la guerra, pues gracias a su organización pudieron abastecer a Canudos entera y sin muchos problemas, hasta el final.
- Honorio es el hermano de Antonio Vilanova.
- Antonia es la mujer de Antonio Vilanova.
- Asunción es la mujer de Honorio Vilanova.
- Padre Matías. Dio clase de catecismo a Antonio Vilanova. En esas clases empezó a demostrar su vocación de comerciante, negociando con sus compañeros.
- Adelinha Alencar, hija del carpintero de Assaré, es la causante de una enfermedad que diezmará la población. Pocos salieron vivos del pueblo, pero una de esas familias fue la de los Vilanova.
- Doña Camucha es la curandera que tratará la enfermedad de Adelinha con hierbas que no darán resultado.
- El padre Tobías es el párroco de Assaré, que consiguió pedir misericordia a dios antes de caer él también enfermo.
- Luz María, hermana de los Vilanova, muerta por la enfermedad.
- El León de Natuba (Felicio) nació deforme. Pero el hijo de Celestino Paedinas resultó ser muy inteligente. Aprendió a leer viendo como lo hacían los que sabían, pocos en esos tiempos. Así llegó a ser el escriba y lector del resto del pueblo, pero a pesar de eso nunca fue aceptado por la gente. Pero la vida del León cambió rápidamente cuando Almudina, una niña, cayó enferma; cuando confesó que había tenido que escuchar una canción de amor del León su padre enfureció y fue en su busca. Cuando lo encontró le amenazó de muerte, y una vez muerta Almudina, el padre decidió quemar al León. Y cuando estaba a punto de hacerlo, el consejero lo impidió. Así encontró la felicidad el León, en Canudos junto a su salvador. Allí se convirtió en el secretario del Consejero. El León es un ejemplo de lo que hacía en realidad la mayoría de la gente de Canudos. El no creía en ninguna religión, sólo creía en el Consejero.
- Celestino Pardinas es el padre de el León. Es amansador de potros.
- Doña Gaudencia es la madre de León.
- Zósimo es el padre de Almudina. En su cólera, producida por la muerte de su hija, después de una extraña fiebre producida, según creen, por la culpa del León. Casi consigue calcinar al León.
- Almudina es la hija de Zósimo. Esta se pondrá mala después de escuchar un poema de amor hecho por el León para ella. Esa fiebre la matara, lo que provocará las iras de su padre.
- Don Joaquim era un hombre joven, algo encorvado, bajo, barrigón, tan alegre que si no hubiese sido por el hábito nadie sabría que es cura. Llegó incluso a unirse con una mujer, Alejandrinha Correa, con la que tubo tres hijos. Pero su vida cambió cuando a ese pueblo llegó el Consejero, el cual, en la iglesia, empezó a criticar los pecados del padre. A partir de ese momento la relación entre Joaquim y Alejandrinha se vio rota. En la siguiente visita del Consejero a ese pueblo Alejandrinha se irá con él. El cura cambiará a partir de entonces
- Alejandrinha Correa era una mujer de leyenda. Los años de sequía, cuando era una niña, se convirtió en algo muy valioso para el pueblo, pues a través de un sentido sobrenatural era capaz de saber donde encontrar agua. Pero esto la hizo famosa no feliz, pues ningún hombre la tocó hasta la llegada del padre Joaquim. Para aquellos entonces ya tenía más de veinte años. Con el cura llegaron la felicidad y tres hijos. Todo esto cambió en la visita del Consejero a Cumbe, lo que provocó el distanciamiento de la pareja hasta que Alejandrinha se fue con el Consejero.
- Pajeu es un yagunzo de los más buscados por la policía que acabará en Canudos. Es uno de los más violentos, pero también, de los mejores estrategas, por eso será uno de los componentes de la guardia católica. Querrá casarse con Jurema, pero esta no accederá nunca. Morirá tras ser capturado. Su cuerpo será despedazado y tirado trozo a trozo al otro lado de las trincheras.
- Taramela era un hombrecillo minúsculo, de ojos achinados, cicatrices, arrugas y anchas espaldas, había sido lugarteniente de Pajeu.
- Catarina es una de las tantas mujeres violadas, a esta la salvó Joao Abade, con el que se casará.
- Galileo Gall era un revolucionario al que le perseguían dos penas de muerte. Había estado en la cárcel cinco de sus cuarenta y seis años. Había crecido escuchando las palabras de los revolucionarios y se había criado entre ciencia e ideales comunistas y anarquistas. Los curas es lo que más odiaba después de los militares y banqueros. En 1894 fue médico del barco alemán que naufragó en las costas de Bahía. Un contrabandista y un médico fueron las personas más allegadas a Gall. Gracias al contrabandista encontró un sitio donde vivir y encontró en el médico alguien con quien hablar. Solía mandar cartas a un periódico francés revolucionario hablando de Bahía. En esos tiempos el escocés se ve cada vez más atraído por la revolución que se produce en Canudos, al enterarse de que se están realizando los principios anarquistas (no existe la propiedad, no tienen leyes, creen en el amor libre, no creen en la patria...). Poco tarda en buscar un pistero para que lo guíe hasta Canudos. Consigue convencer a uno después de mucho esfuerzo para que le lleve, pero un día llega a buscarle la policía, la cual le detiene. Al día siguiente llega la orden de expulsión, debería abandonar Brasil en un barco rumbo a Europa. Pero antes de marchar intenta editar un anuncio (solidaridad con Canudos) en el Jornal de Noticias, donde conoce al director de dicho periódico y presidente del Partido Republicano Progresista, Epamínodas GonÇalvez (1896). No consiguió que se editase ese anuncio, pero producto de esa visita recibió ayuda de Epamínodas, el cual le propone a Gall un trabajito, a cambio de evitar su expulsión y facilitarle su huida a Canudos; el trabajito consiste en llevar armas a los revoltosos, armas que, según el político, son para ayudar a los yagunzos de Canudos. Gall acepta. Cierta decepción se apodera de él cuando se entera que lo que pasa en Canudos está sucediendo por un fanatismo religioso, en el que se ve a la república como al diablo.
Cuando llega a casa de Rufino sólo está su mujer, Gall decide esperarle. Durante ese tiempo intenta ver respondida su pregunta de por qué no está Rufino, cuando surgen dos hombres de la nada que intentan asesinarle en vano. Jurema se tranquiliza abrazada a Gall, pero cuando se intenta separar él no la deja y ambos luchan. Gall viola a Jurema (llevaba 10 años sin hacer el amor). Al día siguiente aparece Caifas, que viene a matar a Gall. Le dice que es una orden de Epamínodas, porque este necesita un cadáver ingles, y justo cuando le va ha disparar Jurema le para, lo que aprovecha Gall para intentar matar a Caifas, pero Jurema también se lo impide. En seguida huye Gall con Jurema. Se encontrarán más tarde con lo que queda de un circo, al que se unirán. Caifas les encontrará, pero en vez de matar a Gall le cortará la cabellera y se llevara un cuerpo de un muerto recién enterrado. Más tarde será detenido y llevado ante el barón de Cañabrava, así se enterarán ambos de las intenciones de Epaminodas de culpar al Barón de una conspiración, para restaurar la monarquía. El Barón deja marchar a Gall, incluso le da un guía para que lo lleve a Canudos. El guía resultará ser amigo de Rufino y entregará a Gall a éste. Tras una lucha brutal ambos morirán.
- Franz Joseph Gall. Es el padre de Galileo. Era medico y fue el fundador de la ciencia frenológica.
- Mariano Cubi enseñará a Gall a estudiar la personalidad, palpando tan sólo la cabeza del individuo.
- Jan Van Rijsted. Amigo de Gall. Este cedió un desván con un catre y una mesa a Gall. Era holandés y traficante, uno de los pocos que conoció a Gall en Bahía.
- José bautista de Sa Olivera, encontró un interlocutor en Gall. Es otro de los pocos que conoció a Gall.
- Fray Joao Evangelista visitará Canudos en los inicios de insubordinación y anarquía, cosa que comunicó a la iglesia, y a Gall.
- Caifas es un capanga contratado por Epaminodas para matar a Gall. En su primer encuentro ambos se salvarán e morir gracias a la ayuda en ambos casos de Jurema. En su segundo encuentro Caifas sólo rapará la cabeza del escocés. Si lo deja vivo es para que Rufino, su amigo, pueda vengar su humillación
- Rufino es un guía experimentado que llegará a un acuerdo con Gall, para llevarle a Canudos. Pero por alguna causa Rufino no acude a su cita, a pesar de ser en su propia casa. Eso se debe a que tendrá que dar un gran rodeo para no ser visto por el ejército, en tal caso sería enrolado. Pero cuando llega a su casa ve que no hay nadie, entonces alguien le explica lo sucedido. Su mujer le ha abandonado por Gall. En ese momento decide vengarse matando a Gall y a su mujer, Jurema. Durante gran parte de la novela se dedicará a buscarlos, y una vez que los encuentra lucha hasta la muerte con Gall, lavando así su honor, aunque ya está muerto. Aquí podemos ver una costumbre muy usual en aquellos tiempos. Jurema meditará en lo ocurrido, y maldecirá a Rufino por ser tan inculto.
- Jurema es la mujer de Rufino. Esta será violada por Gall en un momento delicado. A pesar de ello se irá con él en dirección a Canudos. Se unirán en su camino con los restos de un circo del cual sólo sobrevivirá al final el enano. Tendrá que soportar ver la muerte de su marido, al que todavía quería, abnegado por la manía de tener que matar a Gall. En esos momentos perderá parte de su cordura cambiando su forma de ser por completo. En Canudos encontrará de nuevo la alegría y el placer. Conseguirá sobrevivir y escapar de Canudos ,acompañado del enano y de su nuevo compañero sentimental, el miope, con el que encontrará por primera vez el placer sexual
- El circo Gitano empezó con veinte personas, pero en la gran sequía empezaron a morir varios componentes. Con la vuelta de las lluvias volvieron a ganar dinero, pero no era como antes, pues en Gitano había enloquecido tras la muerte de sus hijas de tal forma que él también pereció (su rudeza y antipatía fueron la causa). Sólo quedaban tres cuando se encontraron con Gall y Jurema. Al final sólo sobrevivirá el Enano, Compañero de aventuras de Jurema y el Miope.
- El miope es el periodista del Jornal de Noticias que irá en el ejercito de Moreira Cesar para cubrir la información de la guerra. Pero tras la muerte del capitán se formará un barullo tremendo en la parte del ejército, lo que hará que todo el mundo huya. El miope huirá siguiendo al padre Joaquim, al cual había liberado. Acabará en Canudos sin conseguir salir de allí hasta el final. En Canudos conocerá al Enano del circo y a Jurema, con los que convivirá durante todo el tiempo. Se verá invalidado debido a que se le romperán las gafas, por eso estará siempre al lado de Jurema, de la que se enamora y acaba siendo su compañero sentimental. Durante la guerra sufrirá a cada momento un miedo terrible.
- Ulpino es el pistero cedido por el Barón a Gall para que lo lleve a Canudos, pero este es amigo de Rufino, así que llevará a Gall ante él. Son los últimos momentos de vida de Rufino y Gall.
- El Barón de Cañabrava es el dirigente del Partido Autonomista de Bahía, partido que lucha por el poder contra el partido de Epaminodas. El Barón está en contra del sistema centralista del Partido Republicano. La turba se apoderará de una de sus haciendas, Canudos. Su pasado le acarreará graves problemas, ya que será acusado por el partido Progresista de alianza con los ingleses para conspirar contra la república. Estas acusaciones, aunque inciertas, llevarán con sigo una gran crispación política de la que se aprovecharán sus enemigos políticos. Pero para mayores desgracias, ya en plena guerra, los yagunzos prenderán fuego a una de sus mejores y más queridas fincas, lo que provocará que la mujer del Barón se vuelva medio loca, porque con esa finca ardían cientos de buenos recuerdos. La baronesa no se recuperará, y el Barón no volverá a ser el que era. Volviendo a la política veremos como, gracias a su encuentro con Gall, descubrirá quién, como y porqué le acusaron de conspiración, con lo que creyó tener cogido a su enemigo, pero por ciertas circunstancias tubo que llegar con él a un trato, para no ser barridos ambos partidos políticos por el ejército federal. Con este trato conseguirá que bahía siga teniendo cierta independencia política y mantener intocables sus negocios.
- La Baronesa Estela era de cabellos castaños y piel muy blanca; su alegría era incomparable. Pero todo cambiará a partir del incendio de Calumbí, un lugar lleno de recuerdos y una de las fincas más importantes. La Baronesa perderá la razón tras este incendio, su alegría se convertirá en desolación e indiferencia. Y su amabilidad no la pondrá nunca más en practica, ya que lo poco que habla lo hace de forma monótona impersonal. Esto provocará también en el Barón cierto malestar, hasta llegar el punto de distraerse con un camaleón. Un camaleón que representará la tranquilidad y la alegría.
- Sebastiana es la mucaba y una gran amiga de la Baronesa. Será violada, sin brusquedad y delante de la Baronesa, por el Barón, a la que deseaba desde hacía mucho tiempo.
- Luis Viana. Es el gobernador del estado de Bahía, perteneciente al partido Autonomista de Bahía.
- Epamínodas GonÇalvez es el director del Jornal de Noticias y el Presidente del partido Revolucionario Progresista, eterno enemigo del partido Autonomista, dirigido por el barón de Cañabrava. Conocerá a Gall en la redacción del periódico, a la cual había acudido el escocés para imprimir un comunicado en el que se pedía ayuda para Canudos. En este caso no le ayudó, pero cuando Gall decidió ir a Canudos, Epaminodas no dudó en darle armas y dinero para que lo llevase allí . Lo que no sabía el anarquista es que se trataba de una trampa con la cual poder acusar al partido Autonomista de conspiración, alegando que se había encontrado el cuerpo de un agente ingles que llevaba fusiles, ingleses, a Canudos. Este truco le saldrá bastante bien a Epamínodas, ya que conseguirá que la gente lo crea, así tendrá a su favor al ejército y al pueblo. Y aun tendrá tiempo de hacer fiestas de despedida a uno de los ejército que marcha a Canudos, para mostrarse el más republicano. Pero con la muerte de Moreira Cesár recibirá un duro golpe que le obligará a llegar a un acuerdo con su peor enemigo, el Barón. Acuerdo por el cual, él llegará a ser gobernador de Bahía.
- El teniente Pirés Ferreira dirigirá el primer regimiento mandado en serio para luchar contra los revoltosos. Esta misión será un fracaso, ya que su regimiento será sorprendido y arrasado por una procesión de quinientas personas. Esto condicionará su prestigio. El teniente es un hombre joven, más bien bajo, de bigotes recortados. Será reincorporado en el pelotón de Moreira Cesar, pero degradado, esto marcará su vida. Acabará muriendo de un tiro en la sien ayudado por un amigo suyo debido a que estaba invalido y ciego. En esos tiempos estaba en el tercer pelotón mandado.
- Lelis Piedades, abogado. Sirvió en la defensa del barón de Cañabrava.
- Coronel Miguel Fernandez Vieira, jefe político del municipio de Assaré y propietario de las tierras de cultivo y de pasto, que prohibió que nadie saliese del pueblo para evitar una mayor propagación de la enfermedad. Esto llegó a tal punto que tubo que poner capangas en las puertas para que nadie saliese.
- Alférez Geraldo Mancedo, un jovencito, con fama feroz, que perseguía a la banda de Antonio Silvino. Era alto y bien plantado, ligeramente bizco y se lamía siempre su diente de oro. Hablo con Ze Faustino para que los guiase ante el consejero, y después de amenazarle lo consiguió. Pero este les engañó y huyo, aunque no lo suficiente como para no ser encontrado y fusilado. Esto es lo que provocará que Joao Satán se dedique a matar policías, por eso se hará canganciero.
- Febronio de Brito mandará el primer ejército enviado en serio a Canudos. Es un ejército de quinientos hombres.
- El Coronel Moreira César mandará un ejercito de cerca de mil quinientos hombres. De apariencia dura, insensible, serio, de decisiones inamovibles. Antes del ataque a Canudos sufrirá un ataque del que no acabará recuperándose. En él se aprecia como Epaminodas había conseguido el apoyo del ejército, pues cuando cae enfermo lo llevan a casa del Barón donde ambos discuten de la supuesta traición. Moreira acabará muriendo herido de bala sin conseguir nada. Hay que decir que su imagen era venerada y temida por todo el mundo, y todo el mundo puso su confianza en él.
- Capitán Olimpio de Castro
- Cunha Matos
- Artur Oscar es el jefe de la ultima expedición formada por cinco mil hombres.
- Teniente Pinto Souza.
- Sargento Fructuoso Medrado entró en el ejército a los catorce años, luchó contra Paraguay y peleo en las revoluciones. Pero morirá en esta guerra asesinado por uno de sus militares, Corintio, con el que tenía favoritismos por ser el marido de Florisa, con la cual el sargento hace el amor a cambio de esos favoritismos para su marido.
Corintio es el soldado favorecido por el sargento, ya que este se acuesta con la mujer de Corintio. Cuando se entera espera la ocasión para matarle.
- El soldado Queluz, perteneciente a la última expedición es un hombre que soportará muchos castigos por, peleas con soldados, intento de deserción, robos, intento de violación,...
- Doctor Souza Ferreiro es el que intentará curar a Moreira Cesar sin éxito.
- Teotónio Leal Cavalcanti es estudiante del último año de medicina. Pero por su ferviente convicción republicana se enroló en el ejército. Cosa que parece reprocharse a veces, cuando tiene que amputar un miembro sin anestesia, acabada en os primeros días. El está ahora al mando después de que asesinaran al Doctor Gama. Tendrá que soportar de todo, hasta tener que pegarle un tiro a uno de sus mejores colegas para que dejase de sufrir. En este personaje se refleja lo duro de las guerras. Un hombre con una ideología que se alista al ejercito, pero que seguramente no vuelva hacerlo por lo que está sufriendo, o acabe insensible totalmente.
- Coronel Macebo pertenece a la guardia de Bahía, y va tras Joao Abade. El coronel mató al Padre de Joao, un coitero de Antonio Silvino. Lo ha perseguido durante diez años pero nunca lo ha cogido. Pegará por orgullo al alférez Maranhao, por haber llamado traidores y monárquicos a sus hombres. Esto demuestra lo que condiciona el ejercito a la gente, que aprenden a solucionar loas problemas sólo con la violencia.
5.-Espacio.
Hay gran diversidad de escenarios y de ambientes, pero los más significativos son los relacionados con la guerra y con Canudos. Abundan en Canudos los paisajes casi medievales (una gran iglesia hecha con los mejores materiales, mientras que las casas son de barro, muy humildes). La alegría y el trasiego se unen en esta ciudad, donde la imagen de la desolación no aparece hasta el final de la novela. También podemos ver en este sitio, el compañerismo más puro. Así intenta el escritor convertir Canudos en una ciudad santa.
En la guerra aparecen paisajes verdaderamente desoladores. Se unen a las duras condiciones del sertón, las vistas decoradas con soldados ahorcados, a los que se les comen los pájaros; los cultivos arrasados por el fuego, cientos de cuerpos adosando el suelo. Todo mostrando la dureza de la guerra.
También hay distintos tipos de atmósfera, pero la más destacable es la de la crispación política. Se nota perfectamente la tensión existente entre partidos y entre partidos y ciudadanos. Nadie cree a nadie, se pegan verbalmente por tener la razón, surgen descalificaciones y acusaciones muy graves. Una tensión que llega hasta la guerra, donde los mandos superiores discuten sobre lo que hay que hacer o no, lo que les llevará a caer en absurdas trampas y acarreando cierta insumisión de los soldados.
6.- Tiempo.
La novela es un amasijo de acontecimientos sin ningún orden concreto. Lo único cierto es que el final está al final. Parece el guión de Pulp Ficcion, ya que la historia empieza por el medio y continua con un desorden cronológico bastante grande, pero dentro de esos intervalos el tiempo es muy organizada, cuenta lo sucedido día a día, aunque en muchos casos se dan flack backs. Es el caso de los ataques a Canudos, en los que el narrador los sitúa en cualquier parte de la novela, pero en el intervalo vemos la evolución de los ataques muy poco a poco. Todos estos trozos guardan relación unos con otros claramente, a pesar de estar desconectados físicamente, cosa que sucede sucesivamente. Por ejemplo, la historia entre Gall y Rufino duran tanto por tener historias diferentes, inicialmente, por medio.
El tema principal de la novela abarca unos diez años, desde que el Consejero empieza a ser seguido por un montón de gente, hasta que Canudos es arrasada, pero en estos años ocurren una gran cantidad de sucesos que incumben a muchas personas, las cuales nos cuentan su vida desde que eran pequeños, mostrándonos así un gran periodo de tiempo. Es decir, la base de la historia abarca diez años, pero en la novela entera se describen bastantes más. Por todo esto no se pueden hablar de inicio, nudo y desenlace con respecto a capítulos específicos, pues el inicio se ve repartido por infinidad de episodios separados por distintas partes al igual que el desenlace y el nudo.
7.- Atención a distintos narradores y actitudes de los mismos.
Existe un narrador omnisciente que lo sabe todo sobre todos, pero, debido a la ingente masa de personajes que hay, muy a menudo tenemos la oportunidad de oír a nuevos narradores. Estos narradores en realidad no nos hablan, sino que sabemos lo que hacen, gracias a la tercera persona, utilizada por el narrador omnisciente para que seamos capaces de captar los sentimientos y pensamientos de los personajes. Pero también utiliza la primera persona a través del diálogo, lo que refuerza la intención del narrador principal.
La actitud que muestran esos pequeños narradores es muy subjetiva en todos los personajes, que ven lo que ocurre sólo bajo su verdad, su forma de pensar; el narrador principal lo hace de forma mista, ya que abecés muestra cierta simpatía, repulsa... a algunos aspectos de la historia.
La posición tomada por el narrador central es sentimental y, sobre todo, social hacia todos sus personajes, mientras que los pequeños narradores dejan entrever ironía, ideología, sicología, sentimentalismos...
8. - Lenguaje y disposición
Llosa utiliza el lenguaje, en cada caso distinto y muy característico, para darle mayor personalidad a sus personajes. Así podemos observan que cada persona habla y piensa en relación con lo que desempeña en su vida. Galileo Gall es capaz de darle a todo un sentido ideológico, aunque no lo tenga; siempre habla con los demás de lo mismo, de su forma de ver la vida; El Barón siempre está con la política, e incluso en su vocabulario las palabras están, como poco, relacionadas con esto, cosa normal ya que vive de su talento al hablar. Pero como estos, ocurre en la mayoría de los personajes de la obra.
Utiliza mucho la descripción, llegando a tal punto que se hace pesado, una característica a destacar del narrador omnisciente. La descripciones son extensas pero sencillas, no utiliza casi tecnicismos, ni metáforas. Sin embargo en algunos diálogos sí que está presente la metáfora.
Lo más significativo del lenguaje es lo dicho anteriormente, es decir, la diversidad de tipos de lenguaje, tan variado como los personajes de la obra.
9.Temas principales y subtemas.
Debido a la inmensidad y complejidad estructural de la novela, los temas se pueden dividir en tres: Canudos, la guerra y la política.
Lo que pasa en Canudos es el tema principal y a la vez el menos incisivo. Allí se dan cita todos los fanáticos cristianos que han ido siendo “recogidos” por el Consejero hasta formar una gran ciudad de miles de habitantes. Lo que en esta ciudad se recoge son: el tema del fanatismo, gente capaz de matar por defender su verdad, su religión, a pesar de que uno de los pecados en la religión católica es matar; la incultura de la gente, que se dejan guiar por cualquier loco, sin importarles en el fondo lo que diga, que se tragan cualquier historia relacionada con lo esotérico, ya que desde pequeños su familia y el mundo entero le ha ido inculcando ese miedo hacia lo inexplicable; el tema de la vida en sí está muy presente en la novela, donde ciertos personajes ven variar su vida de forma sorprendente y llegar a extremos insospechados (Gall, Jurema, el Miope...), quizá sea una característica típica de las guerras.
El tema de la guerra consiste en hacernos ver que nadie gana una guerra; la desolación, la destrucción, la opresión... está muy presente en ambos bandos. Tanto unos como otros pierden y matan, miles de vidas, y sin saber bien porqué. En Canudos se ve claramente que la gente no defiende a su dios, no luchan por el, luchan en realidad por el consejero, por la persona que ha cambiado sus vidas de verdad, ya que cuando este muere, cuatro días después la rebelión es aplastada. En el ejercito esa confusión se hace presente con la cantidad de militares que desertan o lo intentan, o que se esconden del ejercito para no ser reclutados a la fuerza. También se ve en la guerra cierto abuso de poder, sobre todo en el final de la novela, cuando hay una riña entre oficiales y uno de más rango machaca al otro por una razón de orgullo.
En cuestión política vemos los chanchullos de los partidos por conseguir más adeptos, llegando al punto de montar una verdadero montaje teatral en el cual se culpa a uno de los partidos de conspiración contra la república; más tarde esto será olvidado por razones mayores, que obligará a los dos grandes partidos a unirse en el poder para no ser barridos. Esto muestra que el pueblo no es el que manda (democracia), si no las personas que hallan sido elegidas. Lo antimoral, el cinismo, la opresión, la traición... hacen acto de presencia con la política.
La obra refleja su paso por el ejército que, por lo que parece, no le dejó muy buen sabor de boca, ya que en la novela no se aprecian muchas cosas a favor, es más, parece que va contra él. Pone en muchos casos a los oficiales como ingenuos, confiados, desorganizados y un poquito tontos; un buen ejemplo de lo que se está diciendo está en la forma y las veces que caen derrotados los diferentes batallones, que empezó siendo uno de quinientos y acabó aplastando Canudos uno de cerca de siete mil soldados. Por medio hay otros dos regimientos que cayeron sin conseguir nada.
Su experiencia política también está recogida en el libro. Parece ser que se dio cuenta de los teje manejes que existen en política y lo a expresado en esta novela, en la que los chanchullos políticos crean una fuerte crispación social, ya que se dan razones para odiar a un partido que no era muy querido.
También aparecen en la novela ciudades que conoció bastante bien, como París o Barcelona, ciudades relacionadas en la novela con el revolucionario Galileo Gall, y que están presentes en su vida en los momentos en que se dedicaba a aprender y a enseñar. Quizá por eso se le podría comparar con Gall, es decir, quizá Llosa se pueda comparar un poco con Gall, pero en ese caso se parecerían en el afán de lucha y lucro, no precisamente en la ideología.
Lo que más se refleja en esta obra del autor es su estilo literario. Se podría decir que esta novela es un compendio, un resumen o una síntesis de los estilos y temas más destacados del novelista. Esto se justifica con novelas anteriores a esta como: La Ciudad de los Perros, en la que destaca el cambio de narrador, cosa común en esta obra, y en donde el tema es su paso por la escuela del ejército, tema que se ve muy representado en la novela; Conversación en la Catedral, en la que aparecen cuatro historias que se entrelazan al final, esto sucede en este libro de forma ampliada, son más de cuatro historias principales.
10. - Hipótesis sobre la intención.
Sobre todo hay que destacar lo que hace para demostrar lo malo de las guerras en las que, se sigue insistiendo en esto, no gana nadie. También hay que señalar su crítica a la política. Nos la muestra corrupta y causante de muchos males. El fanatismo se deja ver en la gente de Canudos, cosa que indica claramente el autor; esto va ligado a la incultura, tema muy bien tratado por Llosa. Y junto a esto un sin fin de temas, que muestran una sociedad joven y débil, políticamente hablando, y vieja y desfasada con respecto a un pueblo inculturizado y manejado sin dificultad por los poderosos.
11.- Critica:
Es una novela de una gran complejidad estructural, en la que se unen técnicas ya utilizadas por el autor como es el caso del cambio de narrador, o la unión de varias historias diferentes, pero que se complementan entre sí de tal forma que no pueden ser separadas por partes de una forma exacta. Otro de los rasgos a destacar es la capacidad del autor para no dejar ningún cabo suelto, todo tiene un significado, hasta el nombre del pueblo. Tiene una temática muy variada y muestra una gran objetividad.